Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com
 
La falta de información concreta y verídica de los profesionales que integren el Gabinete de gobierno, las secretarías y encabecen las entidades descentralizadas, conlleva que los medios de comunicación, las redes sociales y muchos ciudadanos pregunten y a veces especulen quién y quiénes son las personas que a partir del 14 de enero de 2016 serán los escogidos y nombrados por el binomio presidencial electo de Jimmy Morales y Jafeth Cabrera.

Otra incertidumbre sobre la que se especula y pregunta es con quién se está reuniendo el binomio y qué grupo de poder será el que logrará convencerle e influir en sus políticas económicas y sociales. Unos dicen que será la supercúpula económica, que a través del CACIF, Fundesa, el CIEN y algún otro de sus tentáculos, logrará incidir en la decisión gubernamental, hecho que lo parcializaría.

Las respuestas a estas dudas no pueden tardar porque el tiempo no se detiene y día a día el plazo del 14 de enero de 2016 se acerca.

Si analizamos los 30 años de democracia en Guatemala, comprobaremos que en el gobierno que presidieron Vinicio Cerezo y Roberto Carpio, predominaron los miembros del Partido Democracia Cristiana, tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo, por ello la cúpula empresarial efectuó un paro nacional como oposición y protesta al aumento de la carga tributaria, paro que tuvieron que negociar con el gobierno e incluso aceptar un aumento a nivel nacional de los salarios. Por su parte, el gobierno y su partido oficial perdieron la siguiente elección.

El gobierno siguiente lo presidió Jorge Serrano Elías y fue vicepresidente Gustavo Espina, desde el principio tuvo que negociar con la Democracia Cristiana, el Partido de Avanzada Nacional y el Frente Republicano Guatemalteco para tener la capacidad de gobernar porque su bancada de diputados no representaba el 15% del Congreso.

También se vieron obligados a ceder ministerios como el de Economía que presidió Richard Aitkenhead, quien posteriormente pasó al Ministerio de Finanzas Públicas y aunque se mejoró parte de la carga tributaria, las malas decisiones de Jorge Serrano y el lamentable control del Congreso por un grupo de diputados que no buscaba el bien del país, concluyeron en el rompimiento constitucional. Este período de gobierno lo concluyó Ramiro de León Carpio como presidente y Arturo Herbruger como vicepresidente.

Ramiro fue tibio, incoloro e inodoro, sí tuvo la suerte que el reelecto Congreso, con mayoría de diputados del FRG, actuara en pro del país, sin subordinarse a los grupos de poder económico, lo que permitió aumentar la carga tributaria y no crearle problemas al Organismo Ejecutivo.

En la siguiente elección, por un escasísimo margen electoral, quedó electo el binomio Álvaro Arzú como presidente y Luis Flores Asturias, vicepresidente. Este gobierno, sin subordinarse totalmente a la cúpula económica, estuvo marcado por la venta de Guatel y la privatización de la comercialización de la energía eléctrica, así como por ciertas concesiones inexplicables, como la autopista Palín-Escuintla. Los programas para mejorar la nutrición, reducir la pobreza y aumentar los salarios de forma justa y controlar la Canasta Básica brillaron por su ausencia, lo cual influyó en que los cambios económicos y sociales fueran de poca trascendencia.

¡Guatemala es primero!
Continuará.

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