Lic. MSc. Luis Fernando Cordón Morales
Presidente de Junta Directiva
Asociación pro derechos del contribuyente –ASPRODECO-

Los acontecimientos sociales y políticos ocurridos en Guatemala durante el último año iniciaron por la actitud digna de una Magistrada que decidió defender la independencia judicial denunciando públicamente su posible amenaza; posteriormente, continuó con la valentía de una fiscal y un comisionado internacional que develaron una operación estructurada en las aduanas del país con indicios delictivos y con la posible participación de empleados y funcionarios públicos.

Esos primeros eventos detonaron el interés patriótico de los guatemaltecos, quienes por todos los medios posibles se manifestaron pacíficamente y exigieron a corrupto imperante y lograron dimisiones, denuncias, persecuciones penales y enjuiciamientos.

El efecto de dichos sucesos se convirtió en un dominó humano que contagió de forma positiva y se transformó en aceptables acciones de parte del actual presidente y vicepresidente, de algunos ministros, funcionarios, fiscales y jueces; estando a la espera que alcance a los demás funcionarios, que de alguna manera repercuta en los diputados, en la Procuradora General de la Nación; y, principalmente en el Contralor General de Cuentas, de quien esperamos se suba al barco de lo obligatorio y correcto, y nos sorprenda con algunos hallazgos importantes.

No obstante lo anterior, en lo que respecta a la tributación nos encontramos con un escenario complicado, persisten las políticas fiscales de gobierno cambiantes cada cuatro años a conveniencia de intereses mezquinos y no a favor de una política fiscal de Estado en concordancia con los fines estatales de satisfacción de necesidades públicas; la SAT no alcanzará la meta fijada para el presente año por diversas razones, porque el compromiso recaudatorio es utópico, la moral tributaria no es buena, la corrupción en aduanas sigue campante, la anarquía institucional fortalecida, entre otras.

Ante el contexto actual y la necesidad de fondos, las autoridades en lugar de contraer sus gastos en los rubros superfluos como viajes, dualidad de competencias, altos salarios, exceso de personal, vehículos, celulares; además, de transparentar y racionalizar el gasto evitando precios sobrevalorados y pactos colectivos insostenibles; así como, no otorgando y eliminando beneficios fiscales de dudosa legalidad, acudirán seguramente a los mismos, sí, a lo que tributamos, los que tenemos solvencia moral para molestarnos y alzarnos por el despilfarro de los recursos estatales y la vida de jeques de muchos funcionarios, y lo harán precisamente mediante la acostumbrada presión fiscal, criterios arbitrarios y rígidos, reformas fiscales, terrorismo fiscal, etcétera.

Los que sí tributamos, estamos conscientes de nuestro deber cívico constitucional de contribuir al gasto público pagando los tributos que correspondan; por lo que ésta columna pretende ser la voz de los tributarios que requieren de un espacio de expresión para manifestar su sentir y para ejercitar el derecho a exigir a las autoridades públicas que garanticen el correcto cumplimiento y el respeto de las leyes tributarias prevaleciendo los principios constitucionales tributarios; por lo que ponemos a su disposición el correo: buzonasprodecogt@gmail.com para que nos hagan llegar sus denuncias y experiencias fiscales. ¡POR UNA GUATEMALA SIN MIEDO!

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