Marco Tulio Trejo Paiz

En el mundo hay una pugna constante entre dos sistemas político-ideológicos: Los dictadores y sus paniaguados comunistas, por ejemplo, viven negando los valores de la democracia.
Alaban su mercancía como ignorando que es un sistema caduco, liberticida y materialista. Mijaíl Gorbachov lo desmanteló en histórico acto que registra la historia.
Muchos ilusos se enchufaron en el comunismo por ignorancia o por mera farolería o errada convicción, pero al darse cuenta en las entrañas del monstruo de lo brutal de ese sistema que, aparentemente, viene desapareciendo para dar paso a las libertades y a otros atributos que brinda a la humanidad la democracia.

Libros de Valentín Campa, de Alejando Montaner, de Carlos Manuel Pellecer, Fui agente de las SS; mi fe se perdió en Moscú y otros son elocuentes respecto del comunismo.

Los Estados Unidos de América expresa y defiende a ultranza el sistema democrático de indiscutibles positivos atributos, no así en los partidos liberticidas como ocurre en Cuba, en Corea del Norte, en la China continental.
En tres o cuatro países de la América Indiana, Hugo Chávez soñó imponer regímenes comunistas, pero no logró su propósito ante la fuerte aversión de las sociedades que aman las libertades de la democracia. Empero, se inventó la llamada Revolución Bolivariana que ya parece agonizar.

Mi ideología es firmemente democrática, pero eso no obsta para respetar las demás ideologías guardando las distancias necesarias. Diría mejor que soy un hombre de libre albedrío. Doy al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. El Dios en que no creen los ateos, hijos de satanás.
Debo decir que estoy enterado de las realidades de lejanos y cercanos países, especialmente del mundo comunista, por lo que informo y comento con base en esas realidades que pecan de lesa humanidad.
Nada menos, documentalmente sé que al aventurero “Ché” Guevara le imprueban el fusilamiento de más de 50 mil prisioneros en la Cabaña y otros macabros lugares de la Cuba castro-comunista.
Juan Pueblo, dice que prefiere nuestra democracia, no tiránicos patios comunistas.

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