Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“La falsedad está tan cercana a la verdad, que el hombre prudente no debe situarse en un terreno resbaladizo”
Cicerón

Recientemente, el Presidente electo de Guatemala, en declaraciones a la prensa, expresó “Habrá libre expresión en los medios, siempre y cuando se respalde con la verdad”, información que me hizo cuestionarme sobre ¿Qué es la verdad?, y me encuentro con que la verdad, como un todo no existe, mi verdad puede no ser vista o entendida de la misma forma por otra persona, o personas cercanas o lejanas a mí.

El dilema sobre la verdad es amplio, y los seres humanos no lograremos ponernos nunca de acuerdo en relación a la misma, ya que enfocaremos la situación de acuerdo a nuestra verdad, que tiene matices diferentes a la de otras personas.

Hace unos años visité un Jardín Zen, lo que se convirtió en una experiencia reveladora, estos jardines se caracterizan porque son campos de arena, y sobre la misma se encuentran un aproximado de nueve, o un número impar, piedras de formas asimétricas, estos jardines tienen más de trece siglos de existencia, fueron introducidos por los monjes Zen, son utilizados para la contemplación y meditación de estos filósofos.

¿Por qué hacer referencia de los jardines Zen, cuando escribo sobre los matices de la verdad? Porque este tipo de jardín, es inamovible en relación con el humano, se encuentra estático, y es la persona la que se cambia de lugar alrededor del jardín.

La analogía con la verdad, se encuentra en que depende de donde se siente o pare la persona, así será su visión del jardín, en un lugar contará menos piedras, y vera una superficie de ellas, en otros espacios serán diferentes, y así sucesivamente, la imagen no se repetirá, a pesar de la inamovilidad de las piedras, por lo que tendremos, nosotros mismos, diferentes versiones de un paisaje totalmente inanimado.

Así concibo la verdad, todos los seres humanos tenemos una teoría diferente, sobre un mismo hecho o persona, lo absoluto no existe ya que todo es relativo, y más relativo es, mientras en más partículas del pensamiento se divida, por lo que la verdad de mi vecino, respecto a un mismo hecho contemplado por los dos, será en incontables ocasiones totalmente diferente, o con cambios más o menos relevantes, por lo que al trasladar nuestra experiencia, cada quien dará su versión, que será su verdad.

Asimismo, de las versiones de un mismo acto, derivarán cambios dependiendo de las palabras que se utilicen, porque no todos manejamos el mismo vocabulario, todos siendo de un mismo país, tenemos variaciones en el vocabulario, por lo que al pasar la información a otras personas, podremos cambiarle ciertos importantes, o menos importantes matices, que incidirá en fenómeno social, que consiste en que al regresar a nosotros la información, será bastante diferente a como la entendimos.

Es un hecho entonces que la verdad está en el mundo de las ideas, en nuestra propia mente, que fabricará dependiendo de su concepción un hecho o acto, de acuerdo a la persona que lo observa o vive, su propia versión, que repito, será su verdad.

Un ejemplo más simple de mi verdad versus otras verdades, lo encontramos en los colores, por ejemplo: Un color que todos creemos universal como el negro, no es el mismo negro en todas las diferentes telas, o pinturas, el negro tiene matices que lo hacen diferente al ojo humano, creo que todos hemos vivido la experiencia, de querer utilizar dos prensa negras, y vemos que no son el mismo negro, no solamente eso, es notoria su diferencia, así es la verdad, tan diferente, por lo que apegarnos a ella como un todo universal es imposible, ya que cada quien tendremos un concepto diferente de lo que en nuestra verdad vimos, o vivimos, por lo tanto la misma como un parámetro de vida no existe.

Artículo anteriorCICIG apela fallo de juez en caso Barquín
Artículo siguienteTransparencia, Gobierno abierto y auditoría social