Raymond J. Wennier

Continuamos con la EQUIDAD: James Heckman, Nobel en Economía, escribió “Lifelines for Poor Children”; dice que hay debate acerca de la inequidad económica de las familias con bajos ingresos monetarios y si es efectivo invertir en educación inicial para el desarrollo de un niño desde el nacimiento hasta los 5 años de edad. Cito lo escrito por él:

“Educación es un buen ecualizador de oportunidades cuando se hace bien, los programas de la educación inicial, si existen, no inician suficientemente temprano”.

“La oportunidad para la educación debería iniciarse al nacimiento”.

“Programas de calidad para la educación inicial son equilibradores económicos y sociales”.

“Una inversión en las vidas de los niños de familias en desventaja ayudará en reducir la inequidad”.

El concepto de inequidad en Guatemala, es de batalla para muchos. Cierto es que hay una brecha grande de oportunidades de experiencias ricas para niños de cero a 4 años, que afecta su comportamiento y rendimiento posterior, en la educación formal.

La inequidad no se borra en unos años; probablemente nunca se erradique pero hay que iniciar el proceso de tener más gente educada en una sociedad cada vez más poblada.

LENGUAJE: La educación formal, enfatiza el “lenguaje” que ocupa gran parte del currículo oficial y la exigencia de ganar los exámenes de las clases de lenguaje y comunicaciones. Sin embargo, no es casualidad que una de las habilidades más importantes para este siglo es la comunicación. Obviamente basado en el manejo del lenguaje cuando es pequeño, es que el niño tendrá un dominio del lenguaje cuando tenga mayor edad. Por eso sabemos que el uso correcto del lenguaje inicia mucho antes de entrar a la educación formal.

Los científicos dicen que el período más crítico para que el cerebro establezca las conexiones necesarias para el lenguaje es durante los primeros tres años de vida. Mientras más palabras escuchen los infantes, más palabras comprenderán y así aprenderán más. Los niños adquieren el lenguaje con las personas que les hablan y les escuchan. Son las personas más cercanas a los niños y también los maestros. Lo que cuenta es hablarles y dejarlos hablar bastante. Con más uso del lenguaje, más amplio será su vocabulario y explicación de situaciones en momentos variados. Si los padres no pueden, los maestros de los niños de cero a 4 años deben contarles historias, leerles y jugar con ellos.

En el momento de mayor desarrollo, el feto está generando 250 mil neuronas por minuto. El cerebro está activamente prealambrando, haciendo conexiones para el lenguaje oral. Después del nacimiento, cuando el bebé emite sonidos, realmente está hablando y hay que establecer un diálogo con él.

El doctor Liev Vogotsky habla de una integración del desarrollo del pensamiento y del lenguaje, bien notable a la edad de 2 a 4 años. El pensamiento y el lenguaje regulan el intercambio social entre el niño y sus compañeros. El pensamiento del niño a temprana edad se refleja en sus acciones de ayuda y en altruismo.

Los investigadores educativos Felix Warneken y Michael Tomasello, en sus investigaciones, encontraron que infantes de 18 meses de edad, tienen la habilidad de ayudar a sus compañeros y a otras personas cuando ven que ellos tienen dificultad en hacer algo, aunque esa persona sea un adulto. Otros estudios han demostrado que niños de 14 meses tienen una tendencia altruista mucho antes de que la socialización con las personas a su alrededor tenga mayor influencia sobre su desarrollo.

Esa habilidad, y otras, necesitan ser cultivadas cuando entren a un ambiente que no siempre apoya su desarrollo. Los maestros tienen que crear en las escuelas el ambiente donde esas habilidades puedan desarrollarse. Continúa.

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