El año pasado le envié un documento sobre la Deuda Pública, haciendo notar que el Banco de Guatemala y la Junta Monetaria, bajo la presidencia de Edgar Barquín, decían que todavía había lugar al endeudamiento tomando en cuenta el PIB, si bien estaba en los límites. Así servilmente los cuerpos técnicos lo indicaban. Y siguió y siguió el endeudamiento para quedar bien con el nefasto binomio. Los economistas debieran ser responsables y pedir que conforme la Ley de Acceso a la Información les pusieran a la vista los dictámenes para estudiarlos y ver la realidad de las cosas. Pero nunca lo han hecho. De manera que nadie sabe porqué los dictámenes son favorables. El caso es que como usted lo indica estamos al cuello del endeudamiento.

Otra cosa es que el Banco de Guatemala no tiene presidente porque está en el bote y el vicepresidente no puede ejercer a cabalidad sus funciones porque simplemente no es posible. Se incumple la Ley Orgánica del Banco de Guatemala porque esta adscribe funciones específicas al presidente. La otra cuestión importantísima es que al Presidente del Banguat le corresponde la representación internacional que tan necesaria es para un banco central en las relaciones de los organismos financieros internacionales. Misión que no puede cumplir el Vice porque debe estar en las reuniones de la JM presidiéndolas y no puede ser sustituido. Además, en el ámbito internacional solo es permitido asistir a las reuniones al Presidente. Que yo sepa en ningún país de mundo en donde existe banca central deja de haber presidente, al menos como en la situación actual nuestra. Ahora que estamos viviendo tiempos difíciles como usted lo señala, se necesita más que nunca la presencia de un presidente del banco central. Por mi paso en el banco central esta situación es totalmente inusitada y debe nombrarse de inmediato un presidente, independientemente si es o no culpable, porque así lo establece la Ley Orgánica y el interés público así lo demanda.

Atentamente,
Arturo

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