Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Gracias a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, el 26 de octubre los guatemaltecos amanecimos informados que el binomio presidencial integrado por Jimmy Morales y Jafeth Cabrera era el que había triunfado el día anterior en las elecciones generales de segunda vuelta con el 67.31% de votos emitidos.

Para el proceso de transición, de acuerdo a lo manifestado, el presidente electo nombró a tres abogados como inicio de su equipo; a su vez, el presidente Maldonado Aguirre nombró al Vicepresidente de la República, a varios ministros y a la Secretaria de Planificación, para que inicien la transición de gobierno.

Seguramente el equipo inicial nombrado por el presidente electo será ampliado y así aprovechará el tiempo que media entre el pasado 26 de octubre y el 14 de enero de 2016 para enterarse y, ante todo, para comprobar la situación financiera, social y administrativa en que recibe el mandato.

Es primera vez en nuestra historia democrática que se tiene todo este tiempo para dar y recibir cuentas. Si bien el presidente Maldonado Aguirre y el vicepresidente Fuentes Soria, se sabe que no entregan un mandato en el que hayan presidido cuatro años, ello no justifica y muchos menos excusa que se entreguen cuentas cabales, realidades de cómo está el gobierno del país, la educación, la salud, la seguridad, la infraestructura, los programas sociales, todas y cada una de las situaciones de los ministerios, secretarías y entidades autónomas.

El próximo gobierno tendrá el mandato más difícil y el más complicado de los últimos 30 años; cometería un error grave si no coloca suficientes personas en la transición, como mínimo tres personas por ministerio, secretarías y demás dependencias, de tal forma que puedan rendirles cuentas y así partir con una situación claramente determinada. Ello no solo será una fianza y garantía, sino les permitirá un conocimiento que en parte les evite cuestionamientos, dudas y errores.

Cualquier persona sabe que si va a asumir la compra o la gerencia de una empresa privada, debe dejar perfectamente establecida la situación de la empresa que adquiere o que recibe con dos propósitos: saber de dónde parte y con qué inicia su mandato.

El equipo de transición no tiene límite en el número de personas que lo integren, pueden ser parte del mismo quienes el binomio electo piensen que serán los posibles ministros, viceministros, secretarios, subsecretarios o directores que el presidente nombra en las diferentes entidades. Estos a su vez deben aprovechar esta gran oportunidad y pedirle a la Contraloría General de Cuentas auditorías o asesoría en la recepción de la entidad correspondiente, si es necesario.

Si un futuro Ministro de Economía, de Finanzas, Gobernación, Educación, Trabajo logran saber y aprovechar este tiempo previo habrán ganado conocimiento y experiencia que les permita hacer un buen primer año de gobierno. Recordemos que en un momento dado se les va a aplicar el dicho «no importa quién las debe sino quién las paga».

En cuanto al gobierno que entrega, el Presidente, el Vicepresidente y varios ministros no son los actores ni los responsables de los errores, abusos o ilegalidades que les heredaron quienes gobernaron por más de tres años y medio, mayor razón para saber entregar.

¡Guatemala es primero!

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