Raúl Molina

El futuro de Guatemala es preocupante por las múltiples amenazas presentes. Espero que la clase media, que tiene alta responsabilidad por ello, reflexione y juegue un papel transformador. Preside el país en este período de transición un representante de la extrema derecha que fue propuesto por Otto Pérez y nombrado por la alianza Patriota-Lider. En su momento, no hubo decisión de la ciudadanía de rechazar a Maldonado y éste ahora actúa sin rendir cuentas a nadie. Ninguno de sus funcionarios produce nada bueno para el país y, lo que es peor, en pocos días se ha vuelto a instalar la represión. Lamentamos los atentados por motivaciones políticas en este período, como los asesinatos de Sebastián Córdova Sajic (11/09), Rigoberto Lima Choc (18/09), Rodolfo Garnica Trejo (12/10) y Kimberly Elisa Pérez (22/10), entre otros actos de violencia. En cualquier país civilizado, el Ministro de Gobernación ya habría sido forzado a renunciar. En el gobierno actual se prefiere cerrar los ojos. De ocurrir un asesinato más, debemos salir nuevamente a la Plaza de la Constitución, a pedir la renuncia de Maldonado y Fuentes.

La prensa, que se había limitado en su apoyo a Jimmy Morales durante la campaña por no ser un candidato idóneo, ahora lo promueve, aunque su gobierno se prevé caótico. Sin importar que no tenga equipo de gobierno, plan de trabajo o ideas claras, los medios de prensa ahora lo ubican como el Mesías prometido, particularmente Prensa Libre, y le celebran sus propuestas, aunque sean inaplicables e inaceptables. Ante esta situación, y con el peor Congreso que se pudo haber elegido, el 64% de ciudadanos y ciudadanas que no apoyamos a Morales ni a la clase política tenemos que ubicarnos en un gran movimiento contestatario: la Oposición Guatemalteca Real (OGR). Exigiremos acciones del nuevo gobierno, no porque creamos en él sino que por su obligación de responder a la ciudadanía; pero, igualmente, pediremos cuentas constantemente. Particularmente, instamos a asumir el compromiso de que si la represión por motivaciones políticas continúa Morales y Cabrera no llegarán a los dos años.

La OGR debe pasar a la ofensiva política de inmediato y celebro que el 7 de noviembre varias organizaciones y diversas personalidades hayan citado al Segundo Encuentro para definir su estrategia a corto y largo plazo. También celebro que estemos tomando la decisión de tomarnos la Plaza de la Constitución y otros espacios en todo el territorio nacional y sitios en el extranjero el 14 de enero de 2016, para afirmar nuestra disposición a reformar o refundar el Estado guatemalteco. No logramos suspender las elecciones, por la incertidumbre en que cayeron algunos de los sectores del movimiento por la dignidad, particularmente los cercanos al CACIF y a la Embajada; pero el sistema político actual debe terminar, al igual que los abusos de poder, la corrupción y la impunidad. Lo que planteamos es la continuidad de una “lucha” –pese al temor de la clase media a ese término, es el único que describe la movilización y la realización de actividades permanentes que nos lleven al cambio– día a día, a partir del 14 de enero. Para ello, debemos organizarnos bien ya.

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