Félix Loarca Guzmán

Ayer martes se produjo un suceso de extraordinaria importancia en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, (ONU), en Nueva York, cuando los delegados de 191 países de los 193 representados en ese organismo, aprobaron una histórica resolución demandando a Estados Unidos, que ponga fin al criminal bloqueo económico, comercial y financiero, que desde hace 53 años impuso para doblegar al pueblo de Cuba por su decisión de construir una Patria libre y soberana.

Solo dos países votaron a favor del mantenimiento de esa acción genocida, siendo ellos los propios Estados Unidos, así como Israel. En esta oportunidad no se registró ninguna abstención, lo que demuestra que casi la totalidad del mundo, quiere romper las cadenas del neocolonialismo, cuyos resabios todavía se manifiestan en algunas regiones con agresiones mediáticas, golpes de Estado encubiertos, o intervenciones armadas contra los países que se resisten a vivir bajo la nueva esclavitud internacional, disfrazada de democracia y libre mercado.

Algunos de los Embajadores de los países que votaron en contra del bloqueo, expusieron con claridad su rechazo a la medida, la cual significa una violación flagrante a los derechos humanos y que se mantiene como una herida abierta, que lastima la dignidad de América Latina, constituyendo, además, una afrenta al Derecho Internacional.

Durante veinticuatro años consecutivos, que se cumplieron ayer, las Naciones Unidas, ha emitido resoluciones como esta, urgiendo a los Estados Unidos a que levante el bloqueo que ha causado enormes daños al pueblo cubano.

Tras conocerse esta nueva resolución, muchos analistas comentaron que la decisión del gobierno estadounidense de mantener vigente el bloqueo, pone al descubierto el doble discurso del presidente Barack Obama, pues por un lado, se ha pronunciado a favor de la normalización de las relaciones con Cuba, pero por otro, hace muy poco para que la misma se concrete.

Si bien es cierto que solo el Congreso de Estados Unidos puede dejar sin efecto la totalidad del bloqueo, también lo es que mientras eso ocurre, Obama dispone de medidas ejecutivas que podría aplicar de inmediato, para minimizar sus perjudiciales efectos sobre la soberanía y el bienestar del pueblo cubano. Ojalá Dios lo ilumine.

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