Marco Tulio Trejo Paiz

He recibido el libro, con muy conceptuosa dedicatoria que agradezco, intitulado “ENSAYO HISTÓRICO DEL MUNICIPIO DE QUESADA, DEPARTAMENTO DE JUTIAPA”, del licenciado, paisano y amigo Jorge Edelberto Zelada González.
La obra literaria narra amplia y elocuentemente lo que era antes y lo que es en la actualidad Quesada; la Quesada de mis gratos recuerdos que conocí desde la adolescencia temprana.
En el prólogo explica Zelada González que el ensayo histórico pretende estar dentro de los conceptos anteriores, en vista que en su elaboración se han producido muchos esfuerzos por el interés de dar al municipio de Quesada un documento personal de identidad, que será su carta de presentación ante el conglomerado de los municipios del departamento y de la República.
Agrega que escribir la historia de un determinado lugar es algo que conlleva una responsabilidad profesional, pues en la misma va inserta información con pormenores que serán de trascendencia en tiempo indefinido.

Indica asimismo que por acuerdo gubernativo del 18 de junio de 1897 fue creado el municipio de Quesada y, como parte integrante del mismo, se anexaron las aldeas Don Diego y el caserío Santa Gertrudis.

El municipio de referencia paulatinamente ha tenido avances en diversos aspectos. Del atraso de otros tiempos ahora tiene evidentes avances, pues es otra la situación: cuenta con planteles de educación en niveles: de preprimaria, primaria y secundaria; funciona un Instituto de Enseñanza Radiofónica, un colegio integral de computación, bibliotecas, servicios de Internet, Radio Quesada educativa, aparte de otros centros que posibilitan la superación de niños, adolescentes y jóvenes especialmente.

En todo sentido, ha progresado en las últimas décadas el citado municipio por interés y esfuerzos de las autoridades municipales con el apoyo de las departamentales y gubernamentales.

Todo el contenido del libro nos hace sentir como si estuviésemos en Quesada, pues la narrativa de Zelada González es como para encontrarnos en el terreno de las realidades.

Mi amigo Juan Pueblo, al mencionarle lo que dice en sus páginas la obra, comentó emocionadamente: ¡¡¡Así se escribe la historia, con amor de patria!!!

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