Raymond J. Wennier
Compartí lo escrito en El Imparcial, en 1982; mucho de lo expresado en ese año es vigente hoy día. Visualicé el futuro para el 2015; ahora los invito a ustedes a visualizarlo para el año 2050.
Terminando con el currículo, vemos que:
C. Un currículo del futuro tiene que enfatizar interacción social y responsabilidad:
Debido al aumento en la interdependencia de sociedades, las escuelas tendrán que enfatizar mucho la responsabilidad e interacciones humanas efectivas en la preparación de la juventud para su futuro. Tales metas tendrán que ser consideraciones primordiales para la planificación del currículo.
Los seres humanos no nacen responsables, aprenden a serlo. Se aprende a ser responsable cuando a uno le han sido dadas responsabilidades. Si una persona nunca ha tenido que ser responsable, no sabrá serlo ni responder a la responsabilidad.
Aprender a ser responsable requiere ser confrontado con problemas, escoger entre alternativas, estar involucrado en las decisiones y sobre todo aceptar las consecuencias de sus acciones.
La interacción social requiere estar involucrado personalmente con otras personas. Se aprende de las oportunidades de relacionarse con otros, en situaciones diferentes. Así los niños aprenden habilidades sociales; tienen que tener la oportunidad de experimentar, pensar y explorar ideas con otras personas. Se aprenden buenas interrelaciones sociales de la cooperación y rara vez de la competencia. Bajo condiciones competitivas los niños aprenden a resentir o a tener miedo de los talentos de sus compañeros en vez de reconocerlos como ayuda para el grupo.
D. Establecimientos educativos como micro cosmos viviente:
Los niños prefieren una experiencia personal; aprenden más en tal situación y pueden aprender haciendo ellos mismos. Su aprendizaje será más permanente como dijo Dewey.
Las escuelas y su personal tienen que dar el ejemplo de buenas interrelaciones. El ambiente escolar tendrá que seguir más y más el patrón de la teoría Y que la X y la Z.
E. La necesidad de más planificación con bases humanísticas:
La mayor parte de las escuelas determinan el comportamiento deseado de los alumnos y ellos tienen que demostrar que han adquirido esos cambios de comportamiento. Lo hacen en base a los objetivos de comportamiento o de conducta. Los objetivos son válidos como guía; pierden su validez si tratan de encasillar a los alumnos en una sola forma de conducta, supuestamente correcta, según el maestro.
¿No es cierto que haya posibles formas diferentes de aprender una cosa o resolver un problema? Un sistema educativo que espera preparar niños para su futuro, tiene que comprometerse con la enseñanza integral de los niños. Quiero decir que las escuelas tienen que tomar en cuenta todos los factores que nos hacen humanos y no solamente el comportamiento. Tales metas requieren una psicología humanística como base de planificación del currículo. El Dr. Schmuck lo dice muy bien en su libro “Psicología Humanística de la Educación: Haciendo las escuelas un hogar para todos”.
Creo que todos los niños son capaces de aprender con éxito, en especial si los establecimientos educativos utilizan cuatro palabras dentro de su filosofía: oportunidad, tiempo, dirección y constancia. Digo que: Dada la oportunidad, el tiempo necesario, con una dirección adecuada y una constancia de esa dirección, todos pueden aprender.
El futuro de la educación exige reflexionar sobre los síntomas, pensar en las alternativas y decidir un camino a tomar para la preparación de los niños hacia su futuro.
Nuestros hijos, en Kindergarten este año, tendrán 39 años de edad para el año 2015. En ese entonces la sociedad necesitará gente pensante, que participe activamente en todo sentido y con el poder de decidir entre alternativas. Nosotros tendremos más de 70 años de edad. Si lo pensamos bien no está muy lejos. Ahora es el momento de pensar en cómo vamos a preparar a los niños a confrontar un futuro no predecible. Para ayudar en esa tarea, ofrezco 5 preguntas como estímulo:
* ¿Qué será el futuro proyectado para el año 2015?
* ¿Qué es probable?
* ¿Qué es posible?
* ¿Qué es deseable?
* ¿Qué debemos hacer para preparar a los niños para su futuro?
Las respuestas nos serán guía; base en la planificación del currículo y alternativas nuevas en cuanto a organización y qué hacer ahora.