Factor Méndez Doninelli
El trágico suceso anunciado ocurrido en la aldea El Cambray II, Santa Catarina Pinula, es un drama humano que causa indignación. Condolencias y solidaridad con los deudos y mi exigencia para que se investigue a fondo, deduzcan responsabilidades, apliquen la ley, se haga justicia a las víctimas y sus familias. Lo sucedido es resultado de perversos actos de impresentables autoridades, funcionarios municipales y seudo empresarios irresponsables, insensatos y corruptos, a quienes sin importar el valor de la vida de seres humanos, consintieron y autorizaron el desarrollo de ese asentamiento, pese a la reiterada advertencia de riesgos y peligro para la seguridad e integridad de personas y sus bienes.
Este drama tiene causas estructurales, por tanto, el Estado oligárquico y neoliberal debe asumir su responsabilidad, porque históricamente ha desatendido las necesidades sociales y el bien común. Suficiente recordar que existe un déficit de vivienda que sobrepasa los dos millones, cifra que en datos reales tomando como promedio cinco miembros en cada familia nuclear, significa que más de la mitad de la población total del país, carece de una vivienda digna y duradera.
Debido a la irresponsabilidad de los impresentables, en el territorio nacional proliferan más de 800 puntos de riesgo que aumentan la vulnerabilidad de más seres humanos. La tragedia de El Cambray II no es la primera ni será la última, el riesgo para miles de familias persiste en varios lugares y las autoridades corruptas continúan sin actuar.
Por los impresentables, es legítimo ejercer derechos humanos como la auditoría social para denunciar a quienes tienen tachas y aspiran a ocupar cargos en la administración pública. Eso hizo el licenciado Isaías Armas Arriaza, quien atendiendo el llamado del Consejo Superior Universitario, denunció a César Augusto Lambour Lizama, por estafador. Éste pretendía ser representante titular de la Usac, ante Junta Directiva del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social. La oportuna denuncia del ciudadano Armas Arriaza, vetó la designación de otro impresentable.
Por otra parte, una caterva de funcionarios impresentables nombrados por el antiguo régimen putrefacto continúa gobernando, son parte de los gabinetes de ministros y viceministros, de secretarías, subsecretarías, comisionados presidenciales, gobernadores, embajadores, gerentes y representantes del Ejecutivo en distintas instituciones. Los impresentables siguen administrando y disponiendo de fondos públicos.
Hasta el actual Presidente provisional ha nombrado ministros impresentables, como Mariano Rayo en Salud y Jorge Méndez Herbruger en Economía, ambos con antecedentes opacos, no idóneos para cargos públicos.
Entre políticos y militares también abundan impresentables, lo más notorio es el partido FCN Nación, fundado y financiado por militares responsables de violaciones a derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, torturas, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas e involuntarias. Es el partido de Jimmy Morales, quien presume de los impresentables entre los que figura el general Edgar Augusto Ovalle Maldonado, quien durante el conflicto armado interno fue jefe de operaciones de la Zona Militar de Cobán, sitio donde se han localizado numerosas fosas clandestinas y recuperado restos de más de 500 víctimas, otro, el general José Luis Quilo Ayuso, financista del partido y opositor a los Acuerdos de Paz, o los diputados electos, teniente coronel Alsider Antonio Arias Rodríguez y el ex militar retirado Javier Alfonso Hernández Ovalle.
Para impedir que sigan gobernando los impresentables, no escoja a Jimmy, porque con él volverán al poder los corruptos y perversos.