Martín Banús
marbanlahora@gmail.com
Definitivamente estamos ante un espectacular cambio de época. El orden hegemónico mundial se tambalea de forma inevitable…
Por los últimos acontecimientos en la arena internacional, -especialmente por todo lo expresado y sucedido durante la 70ª Asamblea General de la ONU, incluyendo los precisos y efectivísimos bombardeos rusos en Siria, contra los campamentos, refugios y polvorines del Estado Islámico (EI), (antes conocido como ISIS / ISIL) y además otros grupos terroristas suníes), anunciados y justificados tan magistralmente y con estricto respeto por la soberanía de Siria y con total apego al Derecho Internacional-, todo parece indicar que estamos siendo testigos de un indiscutible cambio en el liderazgo político mundial.
¿Qué ha hecho que los tradicionales aliados de EE. UU. pierdan la confianza en ese país? Después de desmoronarse moralmente, ¡ha mentido! ¡Luego ha vuelto a mentir sobre aquellas mentiras, y ha preferido seguir mintiendo en su misma agonía imperial…
Ser aliado de los EE. UU. ya no implica, como fue antes, ampliar horizontes y progresar en múltiples aspectos. Es decir, la política norteamericana parece tener a la mentira como su principal recurso. Dignos hijos de aquellos ingleses que se metieron en Belice, dizque buscando madera y “sólo por un ratito; ¡Ahí siguen! Con la complicidad de una ONU financiada en gran parte por los mismos EE. UU…
¿Cómo puede explicarse que la gran coalición de la OTAN, orquestada por los EE. UU., después de más de 700 incursiones aéreas y a lo largo de un año, no haya podido frenar el avance del EI? ¿Y cómo es posible que Rusia en poco menos de una semana esté acabando con los combatientes del EI, logrando que retrocedan o se rindan con todo y sus armas?
Algunos analistas son de la opinión que la verdadera intención de la OTAN y especialmente de EE. UU., era que, -a través del EI-, se lograra provocar entre varios países árabes, (además de Libia, Irak, Yemen y Siria), una gran área convulsa, militarizada, en permanente guerra civil, tal cual Siria actualmente, y a ello llamarle, con la absoluta disposición de un montón de medios informativos alrededor del mundo, entre ellos el SIP, “la Primavera Árabe”…
Escribía ya desde junio John Wight para RT, que, “mientras el EI ganaba fuerza y territorios por buena parte del oriente medio, los gobiernos occidentales y la OTAN, parecían más preocupados por derribar aviones para acusar a Rusia de hacerlo, y así tener excusa para desplegar sus armas en Europa del Este, supuestamente para frenar a Rusia”. Sí; leyó bien… ¡Para frenar a Rusia! Ya lo decía Hitler… “Mientras más grande sea una mentira, más fácil será que la crean”. Mientras los EE. UU. tienen alrededor de 700 bases militares alrededor del mundo y mientras sus flotas surcan mares y océanos del globo, Rusia tiene apenas 5 bases militares, incluyendo la base aérea recién establecida en Siria, por solicitud expresa del Presidente sirio Bashar al-Asad, y no antes.
¡Qué desprestigio más grande! Hasta sus fuerzas armadas, que son el músculo de la Federación Norteamericana, han quedado en ridículo…
La revista alemana, Deutsche Wirtschafts Nachrichten, escribe que la operación contra el EI que realiza Rusia en Siria, cumple con todos los “prerrequisitos” para alcanzar sus objetivos y lograr en semanas, lo que EE. UU. y sus aliados de la OTAN no consiguieron en más de un año…
Después de todo, termina diciendo J. Wight, no resulta tan importante quién o cómo acabe con el EI. Lo verdaderamente importante es que por fin alguien lo haga, y no es de extrañar que sea Rusia la que asuma el grueso de la responsabilidad, por saberse ya declaradamente amenazada por ese artificio creado y armado por EE. UU. en Irak, llamado de Estado Islámico…
Las últimas noticias, luego de los quirúrgicos ataques de la aviación rusa, es que 700 extremistas se han rendido y entregado sus armas; más de 3000 yihadistas del EI, del Frente Al Nusra y del Jaish al Yarmouk, han huido ante el avance del ejército sirio con el apoyo aéreo ruso. Y finalmente, los medios hablan de otros 160 rebeldes antigubernamentales, que murieron cerca de Damasco en las últimas horas, más otros 17 cerca de Homs y Palmira…
¡Vladímir Putin: un político excepcional!