Edith González

“Allí donde el arte de la medicina es cultivado, también se ama a la humanidad.” Hipócrates

Las Rositas como son conocidas, Rosa Linda y Ana Rosa Castro Choc, de padres originarios de Quiché, nacieron el 11 de febrero del 2013 en el Hospital de Mazatenango, compartían la vejiga, la cadera y el intestino grueso, y para junio de ese año ya se hablaba de buscar un hospital en Estados Unidos o México que se hicieran cargo de la intervención para su separación.

En diciembre de ese año, el doctor Fernando González, de pediatría del Hospital Roosevelt, consideraba un riesgo la cirugía, aunque había esperanzas para el primer trimestre del año siguiente; sin embargo para junio del 2014 aunque ya se tenía la decisión y los fondos para la intervención, las niñas no alcanzaban el peso requerido.

Las Rositas nacieron en la Guatemala profunda, sin futuro alguno, pues los padres, Francisco Castro y María Choc, con cinco hijos más, no cuentan con recursos, educación, ni empleo para sobrevivir con dignidad, ni para mantener a sus hijos.

El padre gana 25 quetzales al día, y con una familia numerosa eso no alcanza para la vida diaria y la decisión fue dejarlas en el Hospital Roosevelt, en donde habita Dios. Para que las enfermeras de buen corazón cuidaran de ellas.

Por lo que se requirió una orden judicial para realizar la operación, planificada meses atrás. Y el milagro es tangible. Ahora están en fase de recuperación en el mismo hospital.

¿Pero qué son Siameses? son aquellos gemelos cuyos cuerpos siguen unidos después del nacimiento. Esto tiende a ocurrir en uno de cada 200 mil nacimientos, naciendo el 50% de los casos muertos y perteneciendo el 75% de los siameses al género femenino.

El gran detalle está en la calidad médica del Hospital Roosevelt en donde ya 6 años atrás se había llevado a cabo la operación de otras siamesas, “Las Mariítas” quienes ahora residen en Estados Unidos.

Es evidente que no se puede discutir la calidad médica del Roosevelt, que pese a sus limitaciones, capacidad y su humanismo nos permite recordar que los milagros son reales.

El doctor Carlos Soto, director del Roosevelt, tiene la certeza que tras las veinte horas de intervención quirúrgica en la cual participaron cirujanos pediatras, anestesistas, ortopedistas, pediatras, cirujanos plásticos, radiólogos, enfermeras, psicólogas, nefrólogos, infectólogos y cardiólogos bajo la dirección del doctor Javier Bolaños, jefe del equipo de cirugía se puede decir MISIÓN CUMPLIDA. La separación se logró con éxito y la reconstrucción de los órganos fue vital.

Al escuchar al doctor Soto creo que en verdad los médicos del Roosevelt, tienen grandes conocimientos, manos maravillosas, que ahora permitirán a “Las Rositas” una vida digna. Es evidente que Dios habita en el Roosevelt y que guió a los médicos y enfermeras para fortalecer la vida de dos guatemaltecas que ahora tienen 2 años 8 meses.

Nuestro agradecimiento a estos más de 30 profesionales que dieron una lección clara de que el conocimiento, la voluntad y el deseo de servicio son realidades en la fracturada sociedad guatemalteca.

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