Juan de Dios Rojas

Como quien no dice nada, salvo los que objetan el caso reiterativo, diputados y alcaldes municipales ponen en práctica estos asuntos de reelección, hasta adquirir dicha connotación. Suelen sonar con antelación debida durante los comicios generales, poniendo oídos sordos y cara dura respecto a una lluvia de opositores, en medio del fragor de la batalla, de tinte político.

Al final de cuentas no auditadas, tampoco bien contadas cuanta papeleta les favorece, a extremo de llamársele «‘son sus verdaderos feudos», y nada ni nadie resulta su rival. Son ya esa situación, algo que trasciende en una veintena de veces. Argumentan no prohibírselo a la Constitución de la República en vigor; misma sujeta a una posible reforma, anunciada por los cuatro vientos.

Extraño, pero cierto, congresistas y jefes de ayuntamientos, el capitalino a la cabeza, no pierden tiempo utilizando los medios de comunicación social, en «campo pagado» en verdadera carretilla. La pregunta de rigor ¿qué harán? De inmediato la experiencia viene a ser la respuesta debida. Conocen el medio, tienen sus agarres, padrinos financistas y demás, a base de dinero contante.

A la altura de nuestra adolescencia y motivado por la euforia despertada por la Revolución del 20 de Octubre de 1944, fuimos testigos de dos primeras elecciones libres y democráticas. Enseguida menciono las planillas en mi departamento de Alta Verapaz. Para la Asamblea Nacional: Hirám Ordóñez, Julio Rivera Sierra, Heriberto Ponce Sierra, Tomás Leal Sánches, Manuel R. Lemus Dimas, lo sustituyó el suplente Emilio Cardona.

Candidatos a la Constituyente: Francisco Villagrán De León, Arnoldo Reyes Morales, José R. Lemus Dimas, José Toron España, Gilberto Morales Pineda y Juan de Dios Díaz Ortiz. En aquel entonces se puso en práctica la modalidad de renovar por sorteo la mitad de diputados a la Asamblea Nacional, cuya práctica demostró mejor acción, nuevos entusiasmos en beneficio del país.

Tuvimos también la expresión de primera época sustanciosa en el Congreso de distinguirse la oposición, conformada por ciudadanos probos, patriotas, de grandes conocimientos: a los legisladores aludidos en las presentes líneas, fruto de memorias de un desmemoriado, podría encajársele el calificativo aludido, de doce apóstoles entre ellos: don Clemente Marroquín Rojas, Mario Monteforte Toledo.

En largas y extenuantes jornadas finalmente fue aprobado el Proyecto de formar la colonia agrícola denominada Poptún, no departamento, según la iniciativa enviada por el mandatario doctor Juan José Arévalo Bermejo. Aseguran utilizar para esa finalidad de suma importancia jornadas diurnas y nocturnas.

Tanto en una como otra asamblea que utilizaron el mismo edificio por razones económicas, además, tuvieron la finalidad de sembrar buenas cementeras. Inclusive las barras ocuparon todo el espacio disponible, emocionados, a veces beligerantes. En oportunidades continuas pidieron al presidente asambleísta el uso de la palabra, en medio del fervor imperante. Así se vivió.

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