Francisco Cáceres Barrios
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El señor Álvaro Arzú resultó nuevamente electo para continuar desempeñando el cargo de Alcalde del municipio de Guatemala, algo que no sorprendió a nadie, pues llevando tantos años de estarse aprovechando del cargo para hacer proselitismo con la tolerancia del TSE, era de esperar su triunfo electoral. Lástima grande que ese esfuerzo no lo orientó en hacer obra urbanística, ambiental o de infraestructura, sino se contentó con la cosmética tradicional o de seguir con su manipuladora obra en los asentamientos urbanos teniendo siempre presente el número de votos que representaban, al igual que las actividades deportivas que aprovechan nuestros políticos tradicionales para darse buena imagen.
Ante tal coyuntura habrá que preguntar ¿qué va a representar para los vecinos esa reiterada elección municipal? Para mí, que no queda otra que vivir otros cuatro años más sumergidos en el mismo cúmulo de carencias y necesidades. Ojalá me equivoque, porque me resisto a pensar que nuestro municipio siga sin poder contar con un mejor diseño y planificación urbanística y entre tantas cosas más, no tengamos siquiera semáforos debidamente sincronizados en el Centro Histórico, como en tantos lugares en donde estos aparatos podrían ayudar a reducir la pérdida de tiempo que representa la movilización para efectuar nuestras actividades diarias.
Me considero un vecino poco exigente, no estoy entre los que sueñan con vivir en la “ciudad del futuro”, tan solo pido que le den un permanente mantenimiento a las rutas que requieren del mismo, especialmente por el cada vez más congestionado y pesado tránsito que soportan. Solo ansío que la población, al menos la de escasos recursos, deje de padecer la tremenda escasez de agua potable. No soporto la indiferencia municipal, cuando veo a los peatones ahogarse entre nubes negras generadas por los escapes de motores de vehículos sin ningún control. Me indigna ver el desorden total y hasta caótico de la circulación de vehículos automotores, provocado por la incapacidad demostrada desde que la alcaldía pidió hacerse cargo de su tránsito vehicular. Por ello, aspiro a que la autoridad se ejerza transparentemente para lograr el debido control, manejo y supervisión del transporte colectivo de pasajeros, como desarrollar en todo el sentido de la palabra el servicio municipal llamado Transmetro sin improvisaciones ni perjuicios para los automovilistas.
¿Es que irremediablemente vamos a seguir de mal en peor presenciando el retrógrado manejo de la basura; el abandono urbanístico de la mayoría de colonias cuyos habitantes a costa de inmensos sacrificios han invertido para sus viviendas; del abusivo e ilegal método para aumentar el IUSI; como el buen trato que debe existir entre vecinos y el Concejo Municipal para desarrollar en conjunto aquellos programas que les beneficien?