Javier Estrada Tobar
jestrada@lahora.com.gt

En los últimos días me ha resultado muy doloroso ver el drama de los migrantes de Medio Oriente y Oriente Próximo que buscan desesperadamente la protección de Europa, y para ello tienen que sortear una serie de dificultades que ponen en riesgo sus vidas. Al mismo tiempo genera mucho optimismo la respuesta de varios países de la Unión Europea para recibir a los refugiados, y hacerles sentir como en casa, a pesar de que nada puede reemplazar a su verdadero hogar, ahora amenazado por la destrucción y la persecución extremista.

Esta situación nos obliga a tener presente a los migrantes centroamericanos, que viven en una constante pesadilla en su intento para buscar una mejor calidad de vida en México y Estados Unidos, mientras que sus países de origen no encuentran soluciones a sus problemas. Y al mismo tiempo pienso en la amenaza que representa para los centroamericanos el extremismo republicano en Estados Unidos, representado principalmente por el precandidato Donald Trump.

El candidato a las primarias republicanas, conocido por su ideología radical y su fortuna, ya ha hablado de deportar sin consideración alguna a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos, y estima que su proyecto llevaría entre 18 meses y dos años. El multimillonario ha prometido que si gana las elecciones de 2016 también rescindirá los decretos migratorios anunciados en noviembre por Barack Obama y obligará a México a pagar por el muro en la frontera.

La visión miope de Trump sobre los migrantes se extiende a lo largo y ancho de Estados Unidos, y cada vez gana más adeptos, atemorizados por la vieja creencia de que los extranjeros representan siempre una amenaza para su seguridad y la economía. Sin lugar a dudas, la situación actual de los indocumentados no es buena, pero tenemos frente a nuestra vista una propuesta republicana radical que intenta tomar el Control de la Casa Blanca y amenaza con complicar aún más la situación de los connacionales.

Si bien los discursos y mensajes de Trump pueden llegar a parecer surreales, creo que no hay que tomarlos a la ligera, ya que su mensaje populista (esto sí que es populismo) gana cada vez más adeptos entre el electorado estadounidense, que se encuentra inmerso en una campaña de elecciones primarias en las que sobre la información, pero falta un análisis coherente de las propuestas de los precandidatos.

El multimillonario Donald Trump y el neurocirujano afroamericano Ben Carson lideran las encuestas de las primarias republicanas, mientras que la favorita Hillary Clinton pierde terreno en las primarias demócratas ante el avance del senador Bernie Sanders, según una encuesta difundida hoy.

A principios de esta semana, Trump se posicionaba en la cima de las encuestas republicanas con un 33 por ciento de apoyo, lo que significaba 9 puntos más que a mediados de julio y 29 puntos más que a finales de mayo, según una encuesta del diario «The Washington Post» y la cadena de televisión ABC. ¿Acaso no es esto un llamado de atención para los países centroamericanos?

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