La jornada electoral de ayer terminó enviando un mensaje muy claro para consolidar el sistema, lo cual significa que a ojos de muchos guatemaltecos, el problema de la corrupción era imputable a Pérez Molina y Baldetti, y que una vez ellos fuera del esquema sólo quedaba eliminar a Baldizón para que el país pudiera retornar a su normalidad.

El voto del electorado capitalino en la elección de Corporación Municipal demuestra que el tema intrínseco de la opacidad en el manejo de los fondos públicos no es determinante. Lo que la gente no acepta es que cierta gente, advenedizos o pueblerinos, roben para convertirse en millonarios, pero poco importa si quien se alza con bienes públicos presume de cierta alcurnia.

La derrota de Baldizón, quien al momento de escribir este comentario se alejaba más aún del segundo lugar, constituye un inobjetable repudio a su forma de hacer campaña, con la arrogancia del lema “Te toca” que poco a poco se fue trastocando en el ya célebre “No Te Toca”, el cual finalmente selló su suerte política tras una gama de errores. Entre ellos hay que destacar el poco cuidado en la selección de sus cercanos colaboradores, especialmente de su vicepresidente, lo que lo dejó en pésimas condiciones luego de que la CICIG descubriera que Barquín era colaborador de Chico Dólar en el lavado de dinero.

El masivo voto a favor del candidato Jimmy Morales fue el voto contra los políticos tradicionales y a favor de alguien cuyo mayor capital era ser desconocido y sin antecedentes políticos. Pero es un voto que consagra al sistema y le da oxígeno suficiente para que el nuevo Congreso, debidamente fortalecido por el respaldo popular, tenga legítimamente en sus manos la decisión y voluntad de si se hacen o no los cambios que la ciudadanía había reclamado, mismos que ahora no parecen ser tan importantes y urgentes como lo eran 72 horas antes.

La llamada primavera provocada por la indignación que levantó la CICIG al destapar los casos de corrupción que terminaron con la carrera política de Pérez Molina y Baldetti, logró evitar que Baldizón tuviera siquiera oportunidad de ir a segunda vuelta. Esos son los logros de ese esfuerzo ciudadano que ahora habló por la vía de las urnas, legitimando al nuevo Congreso y a las autoridades que resulten electas en la segunda vuelta, además de todas las corporaciones municipales en donde se lograron reelegir muchos alcaldes.

Falta ver si en el futuro de mediano plazo se mantiene el interés por reformar un sistema que el viernes parecía muerto, pero tres días después resucita con todo vigor y gloria.

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