Rolando Palomo G.

Las reverenciadas últimas palabras de Cristo en la Cruz, pronunciadas con sus agónicas fuerzas en el Monte de las Calaveras, los guatemaltecos podemos decirlas hoy en este Calvario en que se nos ha convertido el proceso electoral en su totalidad: desde la campaña, las planillas, los candidatos, los “programas”, hasta la propaganda, omnipresente y omnidespreciada.

Cada vez es mayor el sentimiento ciudadano de futilidad, de inutilidad de nuestro voto. Nos llaman a razonarlo, pero ante la presencia de los mismos, nuestra barca sin timón gira a merced de la corriente que favorecerá a histriones y demagogos, que por desconocidos, se beneficiarán del voto ignorante, que está en manos de los ignorados quienes esperan inocentemente que los desconocidos no los ignoren.

Esta pesimista introducción, fruto del desánimo generalizado que nos invade, deseo sustituirlo por las siguientes cinco reflexiones mirando la conducta que en el futuro deberán observar indefectiblemente las instituciones y entes corporativos guatemaltecos, capaces de incidir en la refundación de un estado democrático y verdaderamente representativo.

1.- EL EJÉRCITO: esta desgastada institución que tanto ha sufrido por la conducta individualmente considerada de cientos y cientos de sus altos oficiales, los que desde sus elevadas jerarquías de Jefes de Estado, Presidentes, Ministros y Comandantes Militares de sus tres armas, sin excepción, se han dedicado a saquear (del DRAE: práctica militar antigua que consiste en apoderarse violentamente los soldados de los que se encuentra en un sitio) el presupuesto nacional, tan sacrificadoramente alimentado por las aportaciones de todos nosotros, los ciudadanos y por la savia natural de Guatemala: sus recursos naturales, sus lagos y ríos, bosques y mares, todos los cuales aportan su riqueza al presupuesto del Estado, el que ha servido de “cajero automático” a estos servidores públicos, los que una vez reciclados a civiles y adecentados con traje y corbata, continúan igualmente alineados jerárquicamente, obedeciendo a sus altos mandos y no a las instituciones a las que sirvan. Creo que basta con mencionar el IGSS y el Banco del Ejército como ejemplos de esto último.

Los Estados modernos incluso tienen Ministros Civiles de la Defensa Nacional. Vean nada más los nombres y títulos de los ministros europeos y de muchos estados sudamericanos.

Los ejércitos modernos han abandonado la obediencia ciega en tiempos de paz y el principio de no beligerancia se reserva o para tiempos de guerra o de amenaza a la paz y a la integridad territorial del Estado.

El Ejército de Guatemala debe abandonar su papel de ejército de ocupación, viéndonos como enemigos, ante todo a jóvenes civiles, a quienes por no lucir o pensar como ellos son sometidos a acciones brutales, típicas reacciones de sicópatas empoderados de autoridad.

El presidente Pérez justifica la existencia del ejército en las labores de reconstrucción de viviendas que efectúa la tropa en San Marcos, luego de los terremotos que sufrió, pero tanto en este caso como en el Patrullaje Civil, la tropa está realizando tareas más allá de sus atribuciones constitucionales.

De manera que, con esa gran capacidad de elaboración estratégica que tiene la institución armada debe, serenamente, empezar a planificar un futuro más inclusivo socialmente, luego del catorce a las catorce, a riesgo de que la ciudadanía lo haga por él y piense si su astronómico presupuesto no sería mejor empleado en educación y salud.

2.- LA UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS: Sus más altas autoridades, principiando por el señor Rector y la totalidad de los miembros del Consejo Superior Universitario y sus respectivos Decanos, deban reflexivamente someter a examen, por lo menos, los últimos ocho años de su actuar: durante los cuales han consentido la integración de Cortes corruptas, han alentado prácticas abiertamente inmorales, cometidas por sus delegados ante Junta Monetaria y el Seguro Social cuan distinto sería hoy el escenario político si hubieran virilmente declarado ilegítima por plagio, la tesis de Doctorado de Manuel Baldizón, pero en vez de ello, y para humillación de todos los sancarlistas, no vieron lo que todos vimos o no entendieron lo que todos entendimos. Ello nos lleva, mediante el ejercicio de la sana crítica, a dar por ciertos los rumores sobre el otorgamiento de títulos universitarios mediando precio o dádivas a cambio.

Luego sus Asociaciones Estudiantiles, verdaderos faros en nuestras más violentas tempestades nacionales, se corrompieron, esta vez de adentro hacia afuera, como todo cadáver, de manera que hoy, cuando nos eran más necesarias fueron sustituidas tímida y esquivamente, por agrupaciones estudiantiles de universidades privadas, por naturaleza carentes del largo aliento que requiere una lucha cívica como la que vemos agonizar.

Lo mismo deberá suceder con sus sindicatos. Los trabajadores de la Usac, sus docentes y administrativos dejaron de cumplir su tarea de vigilancia férrea sobre el actuar de las altas autoridades y acomodaticiamente se plegaron al reparto del presupuesto de la Usac, proveniente en casi su totalidad del Situado Constitucional, pues las anémicas cuotas de inscripción, aceptadas cómplicemente por todos los estudiantes, han cumplido su finalidad: convertir a la Universidad de San Carlos, en una universidad de tercera categoría, pagando una matrícula anual de cuarta categoría (¡ciento un quetzales anuales!), pero que tiene criminalmente contentos y felices a todo el mundo, menos a los sancarlistas de corazón.

3.- LOS COLEGIOS PROFESIONALES: de añeja presencia científica y académica en la vida nacional, los vemos ahora convertidos en sumisos feudos de grupos gremiales organizados. Creo incluso que deberíamos solicitar una versión de la CICIG para estos grupos paralelos que han copado la agremiación profesional y ahora vemos a, por ejemplo, médicos que callan lo que sucede en la red hospitalaria pública e incluso privada, donde también campea la práctica médica inmoral; de abogados que perdieron la voz pública y callaron, de nuevo cómplicemente, al presenciar la integración de las Cortes Suprema y de Constitucionalidad, de cuyas Comisiones de Postulación formaron parte, pero que a la vez apoyaron con su silencio el linchamiento mediático de las Tres Dignas Magistradas, reprimidas por la Corte en Pleno, precisamente por su capacidad y honorabilidad.

Los miembros de la Junta Directiva del CANG, por su naturaleza multidiversa (¿existirá este pleonasmo?) es muy sensible a este tipo de penetraciones, si no, veamos el caso del Presidente del Tribunal de Honor del Colegio, y hoy candidato a Vicepresidente por un partido político aceptando para su trámite una denuncia espuria en contra de la jueza Yassmin Barrios.

Pero este dudoso honor no es solo aplicable a colegios de Médicos y Abogados. Qué razón justifica el silencio de los Colegios de Ingenieros y de Arquitectos presenciando y muchas veces convalidando obra pública defectuosa o muchas veces inexistente. ¿Hubo entre ellos una pérdida colectiva de capacidad de indignación? ¿Creen que sus carreras técnicas no están asociadas a la patria, a su destino colectivo? ¿Creen que su silencio es justificado por el rigor de las ciencias que aplican, por la pulcritud de sus planos y la exactitud de sus cálculos y que los efectos y resultados de estos no tienen trascendencia humana ni afectan a la sociedad a la que nos debemos todos los profesionales?

Cito por último, al Colegio de Ingenieros Químicos y Farmacéuticos quienes han sido testigos silenciosos de la forma en que se reprime a sus colegas, Directores Generales de distintos servicios del Estado, verbigracia Control de Alimentos y de Inocuidad de Medicamentos, por el único y fundamental hecho de no prestarse a las presiones que poderosos sectores, nacionales y extranjeros muchos de estos transnacionales, ejercen sobre sus patronos, o sobre los patronos de sus patronos.

4.- EL CACIF: Quizás sea el partido político más poderoso de Guatemala, sin necesidad de desgastarse ni en Asambleas Generales y Departamentales, ni en la pérdida de imagen que se deriva de campañas anticipadas, clientelismo y sindicaciones a sus miembros por parte de la CICIG o del MP.

Utilizando instrumentalmente a partidos políticos existentes y bien posicionados, logra llevar al Congreso entre cuatro y seis diputados, por Legislatura algunos de ellos miembros o exmiembros de sus directorios, por conducto de los cuales no solo promueven iniciativas convenientes para sus vastos intereses, sino que también incide directamente en la política nacional.

De todas las corporaciones mencionadas, el CACIF, por mantener un vínculo orgánico con sus representantes, deberá en el futuro exigirles a sus Diputados conductas no solo éticas sino que también ejemplares, pues la conducta personal y privada de los mismos favorece o empaña la imagen de todas y cada una de las Cámaras que integran la patronal de Guatemala.

5.- LA SOCIEDAD CIVIL. Es el cuerpo social más incluyente del país: desde el Grupo de Apoyo Mutuo hasta la Fundación Contra el Terrorismo, deberá, superando sus diferencias ideológicas o sosteniéndolas, tendrán que, a partir del próximo 16 de enero, la obligación de convertir su capacidad dialéctica en hechos concretos, basta ya de catarsis mediáticas mediante el uso inocuo de Memes y Redes Sociales, y si es verdad que este pozo de inmundicia en que se nos convirtió el Gobierno del PP se enfrentó con la generación equivocada, pues esta generación deberá evolucionar de lo cibernético a lo presencial. Las guerras no las ganan los drones sino la Infantería y el corrupto o el corruptor no le teme a los mensajitos sino a las multitudes. Organícense.

Ya quisiéramos que la cuarta parte de los ciudadanos que expresan su opinión por medio de las redes sociales, lo hicieran en redes presenciales, en el Parque Central de cada ciudad de Guatemala.

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