Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“Si no se modera tu orgullo, él será tu mayor castigo.” Dante Alighieri

Nunca hubiera votado, ni voté por el Partido Patriota, porque fueron los primeros en irrespetar la LEPP, fueron los primeros en realizar campaña anticipada, y pasarse la ley por el arco del triunfo, pero en democracia la mayoría decide, y con argumentos válidos, o por un mendrugo (que alivia el hambre por lo menos de momento), ganaron las elecciones hace menos de cuatro años.

Desde la toma de posesión, marcaron la diferencia, no fue en el Teatro Nacional porque les quedaba pequeño, para sus aspiraciones tan grandes, iniciaron su gobierno con desaciertos desde que remodelaron sus oficinas, para crear un privado, entre el Presidente y su Vice, para estar en comunicación directa, hasta ahí nada se puede objetar.

Pero en menos de cuatro años, se han encargado de desacelerar la economía, y fomentar la corrupción a niveles impresionantes y nunca vistos, siempre fue notorio, pero cual borregos seguíamos un paso adelante y dos atrás, hasta que se abrió el primer telón y cual tragedia griega, todas nuestras pobrezas quedaron al descubierto, de manera más que vulgarmente escandalosa.

El domingo en la noche, la población entera esperaba la conferencia de prensa en cadena nacional, asumiendo que el Presidente presentaría su renuncia, sin embargo desde la mañana ya existían rumores que había una negociación para que la renuncia no se hiciera efectiva, y así fue, vimos y escuchamos a un Pérez Molina, confrontativo y a la defensiva, acusando a todo el mundo, e insinuando que podía salir peor a determinados grupos los ataques hacia él, porque él también posee información, a partir de ese momento, él solamente se entregó, ya que lo correcto era, siendo quien hasta el momento es, girar órdenes a efecto con las pruebas que tenía denunciar a sus posibles enemigos, pero aunque los identificó, quedó como una medida coercitiva, cundo reiteró que no renunciaría, las redes sociales se incendiaron contra su actitud, y la población en general también.
Lo peor empezó el lunes, cuando apareció la inconfundible voz de Pérez Molina, girando órdenes directas a Carlos Muñoz para que cambiara al Jefe de Recursos Humanos, no tendría nada de extraño, ya que la Ley Orgánica de la SAT, establece que este ente, es asesor directo del Presidente, lo que cambia el sentido de la conversación es el entorno de la misma, ya que según documentos presentados por MP en la audiencia llevada a cabo puntualizan que el 50% de  los sobornos eran para el 1 y la 2, en ese contexto dese hace tiempo la 2 está plenamente identificada, así que el 1, que no es la 1, es Otto Pérez Molina.

Dentro de todas las especulaciones, lo sucedido y las pruebas más que fehacientes, presentadas ante el Tribunal, más lo que falta por presentar, Pérez Molina, a mi criterio, por su preparación militar, y para evitar mayor desgaste a su menos que nada Presidencia debe renunciar, aunque siempre he sido respetuosa y defensora de la Institucionalidad, en este caso, y en este momento no existe otra opción.

Si el Presidente renuncia, a mi criterio, debe también renunciar el actual Vicepresidente, no porque esté involucrado en nada comprobado, el motivo es más que evidente, ha sido una figura nula el tiempo que lleva en el cargo, no sé por qué motivos, pero necesitamos antes del 14 de enero que quienes entreguen la estafeta sean otros ciudadanos.

Renuncie señor Presidente, antes que la marea azul y blanco le haga renunciar, con sangre inocente pero con honor, ya rebalso cualquier tolerancia o indiferencia, hasta el más escéptico exige su renuncia, usted y la señora Baldetti, dejaron corto a Dante y su noveno circulo, su dimisión hoy es más necesaria que nunca, si no lo hace, lo obligarán y saldrá, no por la puerta de atrás, saldrá por la puerta que da directamente al décimo círculo del infierno, que Dante no visualizo, y que es más satánica.

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