Edith González

“El trabajo del novelista es hacer visible lo invisible con palabras.”
Miguel Ángel Asturias.

Quizás el título debería de ser recordando a Miguel Ángel Asturias, pues en nuestro país, el “Gran Moyas”, ya es un lejano recuerdo en nuestra sociedad y tengo la certeza que hay miles de guatemaltecos que ni siquiera saben quién es.

Esta semana los estudiantes de la Escuela Nacional de Artes Plásticas montaron una exposición  de 18 lienzos elaborados en diferentes técnicas, bautizaron un salón con el nombre  del insigne guatemalteco y  develaron un busto de tamaño natural. Con este tipo de homenaje, de alguna manera se reivindica el nombre de nuestro Nobel de Literatura.

El Ministerio de Cultura y Deportes lanzó una edición  del libro “Páginas de Lumbre” en una recopilación de    las obras de nuestro Nobel, en  versión sencilla para que  fácilmente pueda ser entendida por distintos tipos de  lectores.

Las palabras de Miguel Ángel Asturias Amado, hijo del Nobel, nos muestran una realidad que evidencia el olvido. “Me siento muy emocionado al  ver que en la ENAP se le quiere tanto”,  al agradecer el homenaje.

Y es que Miguel Ángel Asturias no recibe atención como un ilustre guatemalteco.  Quizás debería de estar en algún billete, o ser parte de una clase en la   educación, tal vez  sus obras se deberían de regalar a los nuevos guatemaltecos. Y en las universidades abrir espacios para que sea conocido.

Elaborar una muestra itinerante que recorra  el país con su obra, su vida, sus fotos y que el guatemalteco de allá adentro pueda visibilizar el Miguel Asturias que con su magistral obra le da a Guatemala su primer Premio Nobel.

Existe un premio nacional de literatura que lleva su nombre, pero el espacio no se aprovecha para darle a conocer, para hacerle  justicia.

Hay que hacer viva la presencia de Asturias para que la generación tecnológica  se identifique con él y sea el puente a futuras generaciones para que  no agonice en una librera sino  sea parte viva de la nación.

Ahora se habla   que quizás se puedan traer los manuscritos de Asturias,  que en la actualidad permanecen en  una biblioteca francesa. ¿Y los traerán  para dejarlas perdidas en alguna oficina estatal?

De acuerdo a las declaraciones de Asturias Amado su señor padre fue claro en señalar que una copia de sus   manuscritos fuera entregada a la  Universidad de San Carlos. Hasta ahora esa solicitad de Asturias sigue incumplida.  La San Carlos parece no estar interesada en  traer sus  manuscritos.

¿Por qué no llevar  a las aulas escolares y universitarias a Asturias?  Quizás estamos en el punto de reencausar los procesos  educativos de Guatemala, no solo en la literatura sino en todo el entramado de la educación.

Miguel Ángel Asturias Rosales nació  en ciudad de Guatemala el 19 de octubre de 1899 y murió  en Madrid  el  9 de junio de  1974.  Escritor, periodista y diplomático,  fue parte   en  la literatura latinoamericana del cambio que fue influyente en la cultura occidental.  Visibilizó la importancia de las culturas indígenas, especialmente las de Guatemala.

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