Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com
El título de la presente opinión no corresponde a un fertilizante o insecticida, son los números que produce una reciente encuesta donde se determina que el 80% de la población encuestada está a favor que se produzcan las elecciones generales el seis de septiembre y solo un 20% opina que podrían ser rezagadas o recalendarizadas, siempre respetando que el Tribunal Supremo Electoral declare electos a quienes procedan para que asuman como gobernantes y dirigentes el 14 de enero de 2016. Esa es la realidad, la opinión de una gran mayoría de guatemaltecos que sin decirlo concretamente respetan la norma vigente en la Ley Electoral y de Partidos Políticos.
La quinta parte de los encuestados obviamente se han permeado a la opinión que activamente han venido promoviendo columnistas y articulistas en los medios televisivos, radiales y escritos, donde se encuentran diferentes grupos como el autodenominado Movimiento Semilla que, según sus propias declaraciones “propone un gobierno de transición”.
Los 19 integrantes del Movimiento Semilla y los que se ocultan están en todo su derecho de plantear que Otto Pérez Molina renuncie a lo que le queda de mandato como Presidente Constitucional; sin embargo, en contraste a esa opinión, según la misma encuesta, el 56% de los consultados estiman que prefieren que Otto Pérez concluya el mandato para el que fue electo y entregue el cargo el 14 de enero.
Si nos refiriéramos al número de integrantes del Movimiento Semilla, diríamos que son como la semilla de la mostaza, súper chiquitita, aunque indudablemente como especie tienen un fuerte sabor que le dan estos 19 guatemaltecos que son columnistas, profesionales y que tienen el deseo, como lo explicara Bernardo Arévalo, que Otto Pérez se vaya, que Alejandro Maldonado asuma y que ellos puedan proponer una terna que conozca el Congreso y de repente aparezca Juan Alberto Fuentes Knight, Catalina Soberanis o Edgar Gutiérrez como alternativas a la Vicepresidencia de la República, aunque sea solo por 90 días.
Opinar es un derecho y esa libre expresión justifica que estén moviéndose y opinando a ver si la semilla germina. Lo que sin duda alguna podrían iniciar es un comité cívico y así formalizarse políticamente y, como dicen en el pueblo, honrarse ya que sin duda alguna quienes les leen como periodistas o columnistas dirían que merecen su respeto.
En cuanto a que el 80% de la ciudadanía encuestada opine favorablemente a que se realicen las elecciones generales el 6 de septiembre, es una lección cívica; reconociendo que muchos de los candidatos a diputados o alcaldes, inclusive a la Presidencia de la República no nos motivan lo suficiente para que masivamente concurramos a votar. En todo caso, nos agrade o no el evento debe de realizarse y nosotros estamos obligados a pensar, a analizar y a escoger a quién elegimos.
La ventaja de elegir a un presidente y un vicepresidente es que no es una lista, sino son nombres y personas concretas por las que ejercemos nuestro derecho de voto, lo único negativo es la deuda política que, nos agrade o no, se la otorgamos al partido y no a las personas.
El Movimiento Semilla, el Tribunal Supremo Electoral y la Plataforma Nacional para la Reforma del Estado deberían de exigir que ya no se vote por listas para diputados sino por personas específicas y concretas. Eso sí es un avance político y democrático.
¡Guatemala es primero!