Rolando Alfaro Arellano
“Dedicado al Colegios de Abogados y Notarios y su Directiva”
La participación de la delegación de expertos en la Conferencia de Estocolmo, y que se denominara sobre el entorno humano, en el mes de junio del año de 1972, y el compromiso que adquiriera para poner en práctica las recomendaciones que en tal reunión participaran más de cien delegaciones y pese al deterioro del entorno que a nivel internacional y local, se anunciara, no fue posible que se adoptaran aquellas por falta de voluntad política de las autoridades de turno.
En ese sentido sería interesante que mis estimados lectores, de La Hora, hicieran memoria de todo lo que al respecto hemos escrito y me darán la razón del porqué de la indiferencia de las autoridades en enfrentar este tema con el amor a nuestro país, a efecto de buscar las soluciones a la degradación que a diario se vive.
Sin embargo, con algunas excepciones las universidades a partir de los años 90, fueron incorporando estudios ambientales en sus programas de estudio.
A lo anterior, también, resulta necesario que la Junta Directiva del Colegio de Abogados, que en el año de 1987, inauguró la Comisión de Derecho Ambiental y que a saber por qué razones, en años recientes dejo de funcionar.
Pero, lo lamentable de todo lo escrito es el terrible abandono ambiental en todo sentido, así: educación formal, superior, e informal ya que las personas por desconocimiento no comprenden que las diferentes contaminaciones existentes en el país les hacen daño.
No es lógico ni ético regresar a intereses mezquinos de ignorar o no reconocer la nueva rama del derecho Ambiental ya que está en juego la salud de los habitantes del territorio nacional.
Además, persiste la confusión intelectual de desconocer la función profesional de Abogados que se dedican a esta nueva rama de las ciencias jurídicas. Ante todo, somos profesionales del Derecho y con estudios de especialización.
Finalmente, sería deseable que los señores candidatos interesados en ocupar puestos públicos del próximo Gobierno, tuvieran más interés en informarnos qué planes tienen para hacer cumplir el artículo 97 de la Constitución de la República que manda mejorar el ambiente de Guatemala y evitar la contaminación ambiental. OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS RAZONES.