Raymond J. Wennier
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El educador Ralph Tyler decía que John Dewey y Edward Thorndike fueron quienes tuvieron mayor influencia en sus pensamientos y en su “Modelo de Desarrollo Curricular”.
En 1949 Tyler escribió, basándose en sus notas de cátedra universitaria, su libro “Principios Básicos del Currículo e Instrucción”. Aquí indico hoy una serie de consideraciones educativas tomadas de lo que él escribió en ese entonces; son tan de actualidad, que se podría colocar como fecha de publicación, 2015. Sin embargo, hay que reconocer que algunos maestros en Guatemala, en 1954 ya basaban sus enseñanzas en lo escrito por Dewey y Thorndike. Vamos a ver.
Los objetivos de una planificación de clase, en muchos casos, son acciones que el maestro va a hacer en el aula. Sin embargo, el propósito real de la educación no es que el instructor ejecute ciertas actividades sino en estimular cambios significativos en el patrón de comportamiento de cada uno de los alumnos, como sujeto de la educación.
La mejor forma de expresar los objetivos, es identificar el comportamiento de los alumnos que se desea desarrollar y el contenido o áreas de vida en el que ese comportamiento va a ser utilizado.
Se logra el aprendizaje por medio de las experiencias de las cuales los alumnos experimentan. El término “experiencias para aprendizaje” se refiere a la interacción entre el alumno y las condiciones externas del ambiente, donde ellos puedan reaccionar. Es lo que los alumnos hacen, lo que aprenden, no lo que el maestro haga.
Teniendo cada alumno su propia individualidad y sus propios conocimientos previos, es posible que dos alumnos estén en la misma clase y que haya dos experiencias diferentes.
Los medios esenciales de la educación son las experiencias proveídas, no únicamente las cosas a las cuales los alumnos son expuestos. Si queremos que los alumnos aprendan, cada uno de ellos tiene que ser un participante activo en la interacción con su ambiente.
Tyler habla de cinco principios de experiencias:
1. Los maestros tienen que conocer los intereses e historial de sus alumnos para que puedan hacer una predicción sobre qué tipo de experiencias les motivarán.
2. El segundo principio general, es que la experiencia para aprendizaje tiene que ser tal, que todos los alumnos obtengan satisfacción de la realización del comportamiento que implica el objetivo.
3. Que las reacciones deseadas en la experiencia estén en el rango de posibilidades de los alumnos, el maestro tiene que situar su inicio en el conocimiento donde están situados los alumnos.
4. Hay muchas experiencias particulares que pueden ser usadas para obtener el mismo objetivo educativo. Eso significa que el maestro tiene una gama de posibilidades creativas a la hora de planificar sus lecciones de clase.
5. Que la misma experiencia para aprendizaje, normalmente tendría varios resultados. Cada experiencia es probable que logre más que un objetivo de aprendizaje.
La semana entrante continuaré con más apuntes de Ralph Tyler sobre las experiencias de aprendizaje.