GRECIA AGUILERA

Con motivo de haber sido declarada Guatemala como “Capital Iberoamericana de la Cultura 2015”, la Municipalidad inauguró el miércoles 22 de julio ‘La Pinacoteca Municipal’, con su primera exposición en homenaje al maestro Luis Díaz. Este espacio nuevo dedicado al arte, está situado en el Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala, en la 8ª calle 10-30 de la zona 1, ala oriente de la antigua Casa Arzobispal. En el acto inaugural se contó con la presencia del Alcalde Metropolitano don Álvaro Arzú Irigoyen y del representante de la UNESCO, honorable señor Julio Carranza, quien habló sobre la importancia que tiene para los habitantes de las ciudades la recuperación de sus centros históricos, rescatando casas de antaño, parques descuidados o sitios abandonados. Así, la reciente apertura de ‘La Pinacoteca Municipal’ otorga a las artes su debida trascendencia, siendo la pintura y escultura un ejemplo de las manifestaciones que perduran como testimonio de los hechos que ha vivido la humanidad, donde cada período ha tenido su propia expresión, estilo y originalidad. La palabra pinacoteca proviene del griego ‘pinax’ que significa cuadro y ‘theke’, conservar o guardar. Este hermoso recinto es un verdadero santuario para las bellas artes, dentro de la actividad febril del Centro Histórico de la Ciudad. De manera que el remozamiento de la antigua Casa Arzobispal convierte a la pinacoteca en un espacio público moderno pero a la vez añejo, que enaltece las calles de la ciudad, otorgando brillo a una zona muy transitada de la metrópoli. Al ingresar a la estancia, se distingue un ambiente arquitectónico armonioso y proporcionado, que se unifica e integra con la antigua construcción. En el patio central se observa una fresca y dadivosa fuente, rodeada de un agradable césped que me hace recordar que uno de los significados ideales de una fuente es ser ‘manantial legendario de sabiduría’. Ya en la noche la fuente luce sus colores, y podemos percibir que la iluminación de la pinacoteca es excelente, tanto en los pasillos como en el interior de los espaciosos salones, que presumen de unas sugerentes puertas transparentes. Cada salón es idóneo para admirar con holgura las obras que serán expuestas por diferentes artistas, tanto nacionales como extranjeros, creando concomitancias y convergencias como es el caso de las obras que expone en esta ocasión el maestro Luis Díaz, quien manifiesta en sus muy originales e innovadoras pinturas y esculturas, sucesos pasados como la invasión de los españoles a estas tierras, exponiendo una parte de su montaje ambiental titulado “La Conquista”, en donde admiro entre mis obras favoritas el cuadro dedicado a Francis Drake, el audaz héroe de Albión y azote de las posesiones españolas en América, y el dedicado a Bartolomé de las Casas, el fraile dominico quien en aquellos tiempos no vaciló en denunciar los abusos que se cometían contra los indígenas. Así también, Luis Díaz nos transporta al presente con su escultura poliédrica titulada “David/ el Sombrerón”, inspirada en el celebérrimo “David” de Miguel Ángel Buonarroti, que exalta la figura bíblica del Rey de Judá. Otra escultura que llamó mi atención es la que pertenece a la serie de diez piezas titulada “Cosmos”, una obra que conforma lo finito e infinito y que el autor enlaza con la pintura denominada “Tetuntoide A2K”, un cometa que viaja fugaz en la bóveda celeste. Asimismo de su atractiva serie “Son de Pájaros” vemos a los graciosos ‘pijuyes’ extendiendo sus alas como en danza matemática de abanicos. Incólume en sus manifestaciones artísticas, Luis Díaz posee aquellos ideales políticos y sociales que él mismo define como sus “experimentos estéticos y arquitectónicos”, un “trabajo incansable, frenético, apasionado y libre.”

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