Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

A todos los seres humanos nos satisface hablar con la verdad, porque no solo dignifica, sino permite que el resto de nuestros congéneres sepan que pueden confiar en nuestra palabra.

No importa cuál sea la profesión o actividad en la que las personas se desempeñen, es sumamente importante saber que se puede confiar en lo que esta persona nos diga.

Hubo una época en la que el simple apretón de manos era suficiente para sellar un acuerdo, bastaba decir te doy mi palabra.

Tristemente en Guatemala esa confianza en la palabra o en el apretón de manos se ha perdido; en ciertas actividades se ha vuelto necesario el hacer contratos por escrito ante notario en escritura pública, aun así hay quienes no cumplen su compromiso; es decir, no cumplen su palabra.

En la actividad política esa situación existe, incluso hay quienes siendo parte activa de la política niegan ser políticos habiendo desempeñado cargos de ministros de Estado o secretarios de la Presidencia.

A mi edad puedo decir, como me enseñó mi profesor de Derecho Constitucional, Gilberto Chacón Pazos, que todos somos políticos porque la política es parte de todas las actividades de la vida del ser humano.

Inicié mi actividad política estudiantil en la Facultad de Derecho de la Universidad Rafael Landívar al hacer, junto con otros cuatro compañeros, el proyecto de estatutos de la asociación que aprobó la asamblea nacional de estudiantes de la Facultad; cuatro años fui directivo de dicha asociación.

Cambié mi actividad política estudiantil a gremial al iniciarme como vocal en la Asociación Guatemalteca de Transportes a la que serví cinco años retirándome como vicepresidente. Me trasladé a la Cámara de Comercio donde me inicié como presidente gremial y director exoficio. Luego fui directivo electo dos veces por cuatro años y designado como representante suplente, después como representante titular y presidente de CACIF en dos distintas oportunidades.

Siendo directivo de la Cámara de Comercio y presidente de la misma, Rodolfo Neutze, en una reunión donde participaron los miembros de la supercúpula económica y de las cámaras que integran CACIF, fui propuesto como candidato a diputado por el partido Movimiento de Liberación Nacional, MLN, en el gobierno que presidió el general Romeo Lucas García, oportunidad en la que otros dirigentes empresariales fueron escogidos para participar como candidatos a diputados por Democracia Cristiana, el Partido Revolucionario y el mismo MLN. A los pocos días de dicha selección, no sintiendo correcto participar por la derecha política, renuncié a esa posibilidad y continué como directivo en la Cámara de Comercio y en la Asociación de Amigos del País.

Tiempo después, en 1982, respetuoso de los estatutos de la Cámara de Comercio, renuncié a continuar como directivo al aceptar la gerencia del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, cargo que desempeñé dos años como gerente en el gobierno que presidió Efraín Ríos Montt.

Relato esto como testimonio que la política es y debe ser parte de todo ciudadano que no tiene por qué ocultarlo, lo que sí debe es diferenciar su rol cuando se ejerce la política a nivel público a través de un cargo o a través de una candidatura a un puesto de elección popular.

¡Guatemala es primero!
Continuará.

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