Grecia Aguilera

En Egipto se desarrolló una de las civilizaciones más antiguas del mundo. Sus famosas pirámides, la gran Esfinge, conjuntamente con la Ciudad de Luxor, son una significativa muestra de tan asombrosa cultura. El extenso desierto en Egipto es atravesado por el valle del río Nilo, que convierte la región en un fructífero y productivo oasis. El Día Nacional de Egipto se celebra con motivo de la Revolución del 23 de julio de 1952. Su Himno Nacional principia con la fervorosa frase: “Mi país, mi país, mi país/ tienes mi amor y mi corazón.” En el Escudo Nacional destaca una prominente y simétrica águila dorada, denominada ‘Águila de Saladino’, en honor al Sultán Salah Al-Din Yusuf Ibn Ayub. Esta ave que representa fuerza y majestuosidad, sostiene en el centro de su corazón los colores de la Bandera Nacional: rojo, blanco y negro. El águila luce firme sobre el nombre de Egipto, escrito en árabe con caligrafía cúfica. En 1988, el literato Naguib Mahfuz ganó el Premio Nobel de Literatura, siendo el primer escritor del Idioma Árabe en obtener este importante galardón. En Guatemala, las relaciones diplomáticas con Egipto iniciaron el 7 de septiembre de 1970. Actualmente continúan con una alianza de amistad, colaboración, confianza política y entendimiento mutuo entre ambos países, además de una cooperación bilateral que sobresale en los sectores de cultura, agricultura, protección de bienes culturales y arqueológicos, protección ambiental y forestal, así como también compartiendo e intercambiando experiencias, intereses y costumbres. La distinguida dama, Dina Farouk Ibrahim El-Sehy, es la Excelentísima Señora Embajadora de la República Árabe de Egipto en Guatemala. Ella estudió en el Instituto de Administración Pública de París, Francia y ha desempeñado cargos diplomáticos en Praga, República Checa y Nueva Delhi, India. La conmemoración del Día Nacional de Egipto trae a la memoria de mi esposo Carlos-Rafael Pérez Díaz, cuando su señor padre, el doctor José Antonio Pérez Calderón, fue nombrado en 1977 Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Guatemala en Egipto, y presentó sus Cartas Credenciales en el “Palacio Ras El-Tin” de Alejandría. En aquel entonces Anwar El-Sadat era presidente, quien es recordado en su país como un héroe por lograr la firma de los “Acuerdos de Paz de Camp David”. En 1978 Sadat fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, junto al Primer Ministro de Israel Menachem Begin. Al recibir el premio, el presidente egipcio emitió un importante mensaje para la humanidad: “Pongámosle fin a las guerras, démosle nueva forma a la vida sobre la base sólida de la equidad y la verdad.” Dentro de las figuras femeninas más célebres del mundo sobresale Cleopatra Filopator Nea Thea, la última Reina del Antiguo Egipto, quien nació hacia el año 69 a.C. y heredó el título de reina a los 18 años de edad. Fue una mujer estratega, erudita y muy astuta en la política. Cleopatra resalta en esculturas, grabados, retratos y pinturas por la belleza que le adjudican, y sin embargo su mayor encanto residía en su enigmática y encantadora personalidad. En mi libro “Exégesis del Alma” figura mi poema dedicado a Cleopatra que manifiesta: “Reina Cleopatra/ cántaro del Nilo/ felina faraónica/ profana hebra/ de lascivo esplendor./ Cubierta de oro/ domina en sus ojos/ poder majestuoso/ trazo azabache/ brillo de kohl./ Marco Antonio/ el soberbio/ posesión absoluta/ del alma/ reino y reina/ en fatídico amor./ Hija de Isis/ elegida de Anubis/ transitó junto a Osiris/ perfumando/ su alma/ en la infinitud estelar./ Y su alteza/ eligió la serpiente/ de piel fría y ardiente/ áspid presurosa/ serpentina y sinuosa/ que al instante del segundo/ profanó el sagrado sino/ de aquella soberana/ del Egipto inmortal.”

Artículo anteriorPreludio a campaña electoral
Artículo siguienteA 42 días de elecciones nacionales