Claudia Navas Dangel
cnavasdangel@gmail.com

Desde hace unos días vienen sucediendo cosas maravillosas. Cosas que no aparecen en las portadas de los diarios y que poco se comentan en las redes sociales. Cosas por las cuales no manifestamos y sin embargo, son cosas-sinónimos de esperanza y de alegría.

La semana pasada se inauguró la Feria del Libro y con ella encontramos un recinto lleno de tesoros y de quijotes. No hay otra palabra para nombrar a quienes apuestan por la literatura en un país donde los libros casi son objetos de lujo. Personas que día a día trabajan, muchas veces sin recibir un pago a cambio, que se endeudan, que creen que las vidas se transforman gracias a la cultura, hablo de gente como las de Editorial Catafixia, Alas de Barrilete, F&G Editores, la Editorial Cultural y la gran labor que Francisco Morales Santos realiza a contracorriente. Hablo de grandes seres humanos, a quienes admiro profundamente. Tuve la suerte de disfrutar el gran trabajo de Momentum y dejar a mi imaginación volar como lo hacen sus bailarines en Debajo de la Piel, soberbios.

Esta semana también se reconoció el trabajo poético del maravilloso escritor Wingston González, con el Premio Mesoamericano de Poesía Luis Cardoza y Aragón, nada más acertado  ni más oportuno, el caos no nos consume porque existe la poesía.

Hace unos días se presentó la novela  Puente Adentro de Arnoldo Gálvez Suárez, ganadora del Certamen BAM, Letras 2015. Dos días después la Fundación Paiz para la Educación y la Cultura lanzó la convocatoria de la 20 Bienal de Arte Paiz, marcando así 40 años de arte y proyección de Guatemala.

También se anunció para agosto  el 10º Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango, qué más, una ciudad hermosa teñida de palabras, de esfuerzo y de sueños.

Las calles del centro están tapizadas de arte, gracias al esfuerzo del Centro Cultural de España en Guatemala. Se anunció también el 2º Festival de Arte Chiripa y está de nuevo en las tablas el fabuloso Panchorizo.

Como cada semana mientras disfruto de la música que Jorge Sierra programa en W Radio, ansío agosto para ver la exposición de Igal Permuth y Salomé y así disfrutar del talento de Willy Monsanto.

Y esto apenas es algo, poco, de lo mucho que día a día en Guatemala se presenta y se trabaja con esfuerzos heroicos, con ilusión y con todo el talento que abunda y sobra, aunque la corrupción, la locura que produce la maldad en su máxima expresión y la violencia nos haga pensar a ratos que todo está perdido. Yo creo que no, esta es la prueba. Gracias por el arte, por la cultura, por las sonrisas, los textos, la música y la danza.  A esto le apuesto y por esto voto.

 

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