Eduardo Blandón
Todo apunta a que hoy será un día singular, marcado por el acarreo de masas programado por el Partido Lider. Una estrategia con varios propósitos en el que quizá sobresalga el deseo de expresar el apoyo, según esa organización, popular al candidato mañoso, rodeado por pícaros de su misma catadura.
Manuel Baldizón sabe que su candidatura corre riesgos y está dispuesto a hacer cualquier cosa para impedir ser electo presidente de Guatemala. Así, es urgente convencer a sus seguidores (pegados con cera) que el partido está conformado por gente proba o que por lo menos no son el tipo de monstruos que la prensa y sus enemigos (según él) quieren traslucir.
Desea profundamente que no se posterguen las elecciones porque, según Baldizón, las encuestas le favorecen y es casi imposible no salir victorioso –en primera o segunda ronda. En todo caso sabe, que es ahora o nunca. Las candidaturas no solo suelen ser trabajosas, sino también caras, y el “mañosín” no quiere eternizarse como candidato.
Esa es la razón por la que ha transformado el paisaje nacional al color rojo: a las buenas o a como sea, la gente debe tenerlo presente en el imaginario. No se conforma con menos. Por ello, pagar buses y regalar comida (eso hará hoy) para llamar la atención de la población, pero sobre todo para tratar de impedir el fiasco “Edgar Barquín”, es de vital importancia.
Baldizón se la juega, pero está acostumbrado a ello. Como político es un equilibrista a quien le gusta la adrenalina. Conoce el sistema, tiene dinero y se rodea con gente poderosa. No es un anémico candidato ni un imbécil distraído. Tiene cintura política y más particularmente ambición. Costará mucho deshacerse del malo del barrio si el sistema no hace lo posible por descalificarlo pronto, a la salida de la carrera.
Y aunque no costaría mucho sacarlo de circulación política dado su carácter inmoral y picardías. Mañas y triquiñuelas. Nuestro sistema político es endeble y casi ineficaz. Hecho a la medida de capos que florecen impunemente y germinan al amparo de los jueces y abogados casi siempre venales.
Hoy no es un día cualquiera. El Partido Lider escribirá pronto un nuevo capítulo de la historia de Guatemala. Y esto que son solo los prolegómenos del relato, ¿qué será de Guatemala cuando sean oficialmente los conductores del país (si llegan)? Solo pensarlo produce mareos.