Juan Antonio Mazariegos G.

Se ha vuelto cotidiano el que seamos testigos del inicio de diversos procesos penales en contra de funcionarios públicos, traficantes de influencias o beneficiarios de acciones ilícitas, quienes en su conjunto y hasta hace unos meses vivían en una especia de limbo de impunidad en el que desarrollaban todo tipo de “negocios”, en medio del silencio y el conocimiento de la mayoría de la población y sin que ninguna ley o autoridad pudiera siquiera cuestionar su accionar o deducirles responsabilidades por las posibles acciones ilícitas que de sus actos pudieran derivarse, simplemente eran intocables.

Al inicio de cada uno de los casos a los que hago referencia, presenciamos una conferencia de prensa, en la que el Comisionado de la CICIG Iván Velásquez en compañía de la Fiscal General y Jefa del Ministerio Público Thelma Aldana hacen una descripción de modus operandi del proceso que les ocupa y relatan a toda la población quienes son los involucrados en los hechos, cual era su proceder y revelan las acciones penales que ya han iniciado en contra de los sindicados.

Sin duda no somos un País acostumbrado a perseguir la comisión de hechos delictivos pues los casos y los procesados superan ya con creces lo vivido en muchos años y los titulares digitales de los diversos medios de prensa apenas se dan a basto y deben de actualizarse constantemente ante la noticia de una nueva captura o un nuevo involucrado.

Sin lugar a dudas parte de esta explosión de efectividad judicial se debe al acompañamiento que hace la CICIG a los procesos y su presencia y continuidad en el País garantiza que podamos aspirar a un mejor futuro para nuestros hijos, un futuro en donde simplemente prive la ley y el estado de derecho. Sin embargo, a la par del Comisionado de la CICIG, en primera línea y a mi juicio con un papel mucho más relevante y complicado se encuentra siempre la Fiscal General Thelma Aldana, Abogada que ha superado cualquier expectativa que sobre su función o desempeño en un inicio se haya podido tener y que ha demostrado una imparcialidad, independencia y profesionalismo que cuando menos Yo no he visto en ninguno de los Abogados que le antecedieron en el cargo.

Si alguien hace 6 meses me hubiera pedido apostar por que la Vicepresidenta de la República, el yerno del Presidente, los 2 último exjefes de la SAT, 5 diputados y un sinnúmero de otros funcionarios, exfuncionarios y diversos usuarios privados de ese sistema paralelo se encontrarían hoy enfrentando proceso penal, le habría dicho que estaba loco que eso no sucedía en Guatemala. Hoy a los hechos me remito, algo esta cambiando en Guatemala y en eso mucho tiene que ver la Fiscal General.

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