Lic. Douglas Abadía Cárdenas
douglas.abadia@gmail.com

En los últimos días se ha puesto de moda el famoso Derecho de Antejuicio, el cual consiste en la garantía que la Constitución Política de la República de Guatemala o leyes específicas otorgan a los dignatarios y funcionarios públicos de no ser detenidos ni sometidos a procedimiento penal ante los órganos jurisdiccionales correspondientes, sin que previamente exista declaratoria de autoridad competente que ha lugar a formación de causa, de conformidad con las disposiciones establecidas en la Ley en Materia de Antejuicio (documento).

El antejuicio es un derecho inherente al cargo, inalienable, imprescriptible e irrenunciable.

Después de aproximadamente cinco años de vivir constantes ataques a través de “denuncias” (en comillas porque ninguna ha prosperado jurídicamente), el candidato presidencial por el partido Libertad Democrática Renovada (Lider), Manuel Baldizón presentó un memorial a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en el cual renuncia al derecho de antejuicio del que goza por su calidad de candidato presidencial.

La decisión anterior por parte del presidenciable de Lider reside en una denuncia interpuesta por el diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) en la Fiscalía de Delitos Electorales del Ministerio Público (MP).

La UNE presentó un supuesto vale extendido por el candidato de Lider a la alcaldía de Mazatenango, ofreciendo materiales de construcción canjeables en el primer trimestre de 2016, si se ganan las elecciones.
A criterio personal considero que estas denuncias planteadas hacia el presidenciable Baldizón constituyen un elemento más en los intentos fallidos de truncarle el camino hacia la Presidencia de la República.
La estrategia de pretender desgastar y rechazar a través de una ficticia campaña metropolitana urbana en contra de ciertos candidatos, pero especialmente dirigida hacia el Dr. Manuel Baldizón ha sido fallida, han logrado infiltrar a “ciudadanos honorables y valientes” con carteles que descalifican a dicho presidenciable.

Según Grosso, a nivel de la teoría de la elección racional del ser humano, la cual reza que cada individuo escogerá la opción que más le convenga, es decir, nadie en su sano juicio escogería una opción que le provocara algún daño y/o perjuicio.

Razón por la cual me resulta admirable la renuncia por parte del candidato presidencial Dr. Manuel Baldizón a su derecho de antejuicio, pues si aplicamos la teoría de la elección racional; es decir, si escogemos a nivel racional que nos conviene podemos evidenciar que lo lógico hubiera sido hacer uso del derecho de antejuicio que se posee como candidato a elección popular (sin que necesariamente se pretenda evadir a la justicia o como medida dilatoria), pues a la tradicional clase política guatemalteca le fascina hacer uso de privilegios que lamentablemente manda la ley en nuestro país. Aplican esa desigualdad de la que tanto hablan en sus hermosos discursos los politiqueros.

Ahora que el Dr. Baldizón renunció a su derecho de antejuicio sorprende a quienes han intentado de forma fallida aniquilarlo políticamente, aseguro que este escenario no deseado no fue contemplado como una opción con alto porcentaje de ser concretizada.
Como analista político he sido testigo del bullyng político que ha sufrido el señor Baldizón, ahora cualquier fenómeno que suceda es o fue culpa de él, considero que nuestra sociedad está intentando cobrar la factura acumulada de deudas y rencor que le han provocado la clase política tradicional a lo largo de la historia y pretenden aplicar aquel viejo refrán que dice: “No busco a quien me las debe, sino a quien me las paga”.
En la práctica y con acciones es donde se concretizan las bellas palabras que emanan de la clase política en sus románticos discursos, hoy considero que el candidato presidencial de Lider tiene una altísima probabilidad de ser electo Presidente de la República, las encuestas así lo han evidenciado, en caso de ser electo tiene en sus manos el momento histórico y crucial para darle otro giro a nuestro país y empezar a caminar hacia una ruta definida y con acciones concretas que permitan generar el bienestar común a todas y todos los guatemaltecos por igual.

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