Factor Méndez Doninelli

Guatemala es un país socialmente desigual e inequitativo, debido al dominio perverso de las élites neoliberales y sus Gobernantes lacayos que defienden intereses de empresas transnacionales, antes que velar por el bienestar común de la población guatemalteca. El sistema de injusticia mantenido por estas élites, brinda impunidad a las empresas responsables de graves daños ecológicos que acarrean consecuencias sociales y riesgos a la salud humana.

El ecocidio en el río La Pasión de Petén, resultado del derrame irresponsable de un plaguicida usado en la agricultura conocido como “malathión”, está provocando la muerte masiva de todas las especies marinas, peces y crustáceos, afectando a unas cinco mil seiscientas familias de 17 comunidades asentadas en la ribera del caudaloso río, siendo las microrregiones de la Ceiba y el Pato las más afectadas por la contaminación. Los comunitarios responsabilizan de esta tragedia ambiental a las empresas transnacionales dedicadas al cultivo y procesamiento de la palma africana. Denunciaron que existe una fuerte manipulación de las empresas sobre las presiones sociales, intentando dividir y confrontar a la población de Sayaxché. En Petén existen cinco empresas palmeras: REPSA, NAISA, TIKINDUSTRIAS, PALMAS DEL IXCÁN Y UNIPALMA.

De conformidad con Lorenzo Pérez Mendoza, Coordinador general del Consejo Nacional de Desplazados de Guatemala CONDEG, los pobladores de 10 microrregiones de Sayaxché, han efectuado bloqueos protestando por el desastre ambiental y responsabilizando a la empresa REPSA de causar el daño. También los pobladores organizados en CONDEG, la ACDIP, los COCODES de primer y segundo nivel, los Alcaldes Auxiliares y los miembros de COMUDERES, han bloqueado el ferry del río la Pasión.

Indicaron que mediante manifestaciones pacíficas estarán presionando al Ministerio Público MP, al Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales MARN, a la Comisión Nacional de Áreas Protegidas CONAP y al Instituto Nacional de Bosques INAB, para que agilicen las investigaciones del daño ecológico en Sayaxché. Agregaron que sus acciones las coordinan con estudiantes de la Universidad de San Carlos USAC de Sayaxché y de Santa Elena con quienes hay una fuerza articulada frente al desastre ecológico y ambiental provocado por la irresponsabilidad de empresas palmeras.

Autoridades del MARN, informaron que algunas de las empresas palmeras citadas, no cuentan con los respectivos estudios de impacto ambiental, requisito previo para autorizar su funcionamiento. Mientras tanto, por orden de Juez competente, se suspendieron temporalmente las operaciones de la empresa REPSA, presunta responsable del ecocidio en el río La Pasión. Espero que las autoridades cumplan con su deber y que las empresas que resulten responsables, sean sancionadas conforme corresponde. El desastre ambiental sucedido requiere de la intervención inmediata y rigurosa de las autoridades respectivas, a quienes compete actuar con celeridad, investigando y aplicando la ley sobre los responsables.

En este país reina la impunidad, pero el actuar perverso de empresas transnacionales que provocan graves daños sociales y ecológicos, no puede quedar impune. Pese a ello, los Gobernantes corruptos siguen autorizando el funcionamiento de más empresas de este tipo.

Cabe recordar que este ecocidio, constituye una violación a los derechos humanos que el Estado y sus autoridades están obligados a garantizar y que las comunidades afectadas, tienen derecho a resarcimiento. Me solidarizo y apoyo las acciones emprendidas por los comunitarios de Sayaxché, su lucha es legítima en defensa del territorio y la naturaleza.

 

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