Dra. Ana Cristina Morales
El 17 de junio se celebra el Día del Padre, aunque en otros países la fecha pueda variar. En este día los hijos brindan reconocimiento al amor y cuidados que los padres proporcionan a sus hijos por el simple hecho de serlos. Ninguna relación entre personas es perfecta, y esto no excluye a la relación entre padres e hijos.
A lo que respecta a las madres solteras, este día también cabe como celebración, ya que ella en sus funciones ha cumplido las de ser madre y padre, aun siendo acompañada por una figura paterna sustituta.
Casi todos los padres se han lanzado a serlo sin tener una orientación y conocimientos previos de las implicaciones que ello puede acarrear. Tanto para sus propias vidas, como para el desarrollo de la personalidad de su progenie.
El día de hoy, alguien puede encontrarse triste porque su padre se encuentra lejos, porque se está muriendo, porque han tenido sinsabores que han contribuido a empañar su relación, porque ya no está con vida y este momento le hace recordar la importancia de tener un padre y de nombrarse hijo.
Algunos padres no crecieron lo suficiente para observar y hacerse cargo de las necesidades de sus hijos e hijas. También es posible que aprendieran a que no debían ser afectuosos con sus hijos. Y fueron educados a la antigua, lo que quiere decir, bajo las ataduras de la violencia en donde a un hijo se le corrige infringiéndole dolor. Por lo cual, algunos hijos se encuentran con afectos encontrados hacia sus padres.
Pero no cabe duda que la mayoría de padres se esmeran para dar de sí mismos lo mejor que pueden, con los recursos personales, afectivos, sociales y económicos que alcanzan. Las caricias prodigadas por los padres, a veces tímidas en la búsqueda del contacto físico con los hijos. Al compartir sus experiencias de vida, al dar un consejo que puede ser clave para resolver un problema, al tener la intención de que sus hijos sean felices, lleven una vida digna y proclamen su libertad. Que lleguen tan lejos, como lo deseen.
Para los padres es difícil soltar a los hijos y llegar a la conclusión de que ellos no son sus dueños. Que el mero título que les concede la vida como padres, no tiene como implicación que los hijos e hijas lleguen a ser un objeto de su pertenencia.
Es de agradecer a los padres cuando se han mostrado como un refugio ante la inseguridad que la vida provee. Cuando han compartido su vida y su ejemplo de vida en un actuar digno y honesto. Cuando han enseñado el asombro que constituye la existencia y la alegría que ello conlleva. Cuando han mostrado compasión y enseñado normas que permitan la convivencia social de sus hijos y a asumir las consecuencias de su proceder.
Por apoyar los sueños y atizarlos, para que con esfuerzo propio su progenie los alcance y no pretenda renunciar. Por enseñar que el trabajo es parte importante de la vida, que dignifica al ser humano y le permite vivir con honestidad y con aprecio constante de sí mismo/misma y de su existencia.
A los padres se les agradece el aliento que proporcionan a sus hijos cuando sienten que sus fuerzas no son suficientes. En el espíritu acompañante del amor paternal, los padres pretenden enseñarles a sus hijos, la belleza de la rosa, pero también a reconocer, las espinas que le acompañan.
Basta con una mirada, el hijo comprende, el hijo se siente aludido y en correspondencia con la vida de su padre. Los hijos ante sus momentos tristes, ante sus angustias, sus preocupaciones. Muchas veces, cuando recurren al padre encuentran la serenidad perdida. Como una manera de respuesta y caricia de su padre.
Les dejo unas frases célebres para reflexionar ante el tema de la paternidad: “Vive de tal manera que, cuando tus hijos piensen en justicia, cariño e integridad, piensen en ti” Jackson Brown /publicista y escritor de USA. “tener hijos no te convierte en padre, del mismo modo en que tener un piano no te vuelve pianista.” Michael Levine/publicista de USA. “Para cuando un hombre se da cuenta de que su padre tenía razón, normalmente tiene un hijo que piensa que su padre está equivocado.” Charles Wadsworth/músico.







