Francisco Cáceres Barrios
fracaceres@lahora.com.gt

Cuando he manifestado no tener la menor intención de votar en las elecciones generales de este año, muchos me han increpado falta de civismo y les respondo que siempre he sido respetuoso del cumplimiento de mis obligaciones para con la comunidad, las que se basan en el respeto al prójimo pero, ¿acaso los postulantes partidos políticos hacen lo mismo? Hace poco me llegó un correo electrónico que habla del presidente Francois Hollande de Francia que me dejó pensando en lo beneficioso que sería contar con un presidente que en pocos meses suprimió los vehículos oficiales y los mandó a subastar, habiendo destinado su producto a un fondo de bienestar para centros urbanos con suburbios ruinosos.
También ordenó a las entidades autónomas abolir los vehículos para sus ejecutivos asegurando que si sus funcionarios que perciben 650 mil euros anuales no pueden comprar un buen vehículo es demasiado ambicioso, es un estúpido o es deshonesto, como que la nación no necesitaba ninguna de esas tres figuras. De esa manera evitaron gastar 345 millones de euros, lo que permitió crear 175 institutos de investigación científica de alta tecnología, con la contratación de 2 mil 560 jóvenes científicos desempleados. También el actual Presidente francés abolió el concepto de “paraíso fiscal” calificándolo de amoral y en cambio, incrementó el porcentaje de tributación que le permitió contratar a profesionales desempleados para que fueran profesores en la educación pública.
Cuando uno va leyendo el mensaje en referencia, su mente va creando una figura de candidato presidencial que bien podría ser la solución para tantas de nuestras carencias y necesidades, especialmente cuando uno se entera que redujo en 25% el sueldo en general de los funcionarios del gobierno; el 32% las remuneraciones de los diputados y el 40% de quienes estaban dentro del más alto nivel de funcionarios estatales, con lo que estableció un fondo de garantías para madres solteras en condiciones difíciles que les pudiera garantizar por 5 años un ingreso para que sus hijos fueran a la escuela primaria o por 3 años si el niño fuera mayor.
¿Y si a lo anterior le sumamos que el candidato fuera honrado, capaz y con amplia experiencia en cargos directivos y ejecutivos privados o públicos? Sin duda sería un buen candidato para ser presidente con buenas y efectivas ideas y sobre todo, si pudiera llegar al poder con buenas intenciones y no para que en menos de dos años afirme su condición de multimillonario. Pero, como nadie garantiza lo anterior ¿no es preferible la abstención, manteniendo el deseo porque vaya a ser masivo para así demostrar el rotundo rechazo hacia la clase política imperante? ¿Usted qué opina?

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