Félix Loarca Guzmán

En las últimas semanas, los más altos funcionarios del gobierno de Guatemala, se han quejado por la falta de recursos financieros para atender las necesidades de las distintas dependencias de los tres organismos del Estado durante lo que resta del presente año.

Por esa razón, el Ministro de Finanzas y los diputados del partido oficial, han estado insistiendo en la aprobación de 4 mil millones de quetzales en Bonos del Tesoro, pero las bancadas de oposición están renuentes ante el temor que esos recursos pudieran desviarse para actividades político partidistas.

Entre las dependencias en donde la crisis de fondos ha impactado con mayor intensidad, sobresalen el Hospital Roosevelt y el Hospital General San Juan de Dios de la ciudad capital, al extremo que en este último hubo necesidad de restringir la atención de los pacientes en los servicios de emergencia.

Aunque algunos funcionarios atribuyen el problema a una baja recaudación fiscal, varios analistas consideran que el gobierno ha contado con los fondos necesarios y que la crisis se origina en una inadecuada administración de los mismos.

En su emisión nocturna del pasado viernes 14 de Noviembre, el noticiero HECHOS, que se transmite a través de TV Azteca Guatemala, dio a conocer que una buena parte de los recursos financieros se ha destinado para cubrir gastos innecesarios.

El noticiero informó que el portal Guatecompras evidencia que el Ministerio de Agricultura adquirió playeras y camisetas por 957 mil quetzales, argumentando que son para la sequía. Asimismo, un amueblado para el Despacho Ministerial por el monto de 19 mil quetzales y 4 millones 300 mil quetzales en almuerzos y refacciones.

También informó que la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia de la República, erogó 7 millones y medio de quetzales para pago de reportajes. Otros 30 millones 600 mil quetzales para publicidad en la televisión abierta, y 30 mil quetzales para un estudio que pretende medir la popularidad del presidente Pérez Molina.

Además, reveló que las instituciones estatales en conjunto, han adquirido vehículos por cerca de 5 millones de quetzales.

La conclusión, es que lo que ha habido es un despilfarro de los fondos, evidenciando que muchos de los funcionarios del actual gobierno carecen de credibilidad.

 

 

 

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