Edith González

“Las personas de edad contribuyen de distintas maneras al desarrollo económico y social. Sin embargo, se les sigue discriminando y excluyendo de la sociedad. Debemos superar estos prejuicios para conseguir que la población sea activa social y económicamente, esté protegida y envejezca de forma sana. Aliento a los gobiernos y los pueblos de todo el mundo a que aseguren la plena participación de las personas de edad en la sociedad al tiempo que protegen sus derechos y su dignidad”, dijo el Secretario General de la ONU con motivo del Día Internacional de las Personas de Edad.

La celebración en nuestro país es hoy según Decreto 25-2009 dejando como responsable de la conmemoración al Ministerio de Trabajo y Previsión Social, la Comisión Consultiva del Programa de Aporte Económico del Adulto Mayor y el Ministerio de Educación y de Cultura y Deportes.

En la actualidad estamos observando cambios notables, las personas viven más. Se calcula que en 2050 la población mundial mayor de 60 años llegará a 2 mil millones. Lo que repercutirá en los sistemas de salud si los jóvenes hoy no cuidan su alimentación y su forma de vida, lo que puede ayudar a retrasar la aparición de enfermedades crónicas y no transmisibles, como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.

Los gobiernos deben considerar esta situación demográfica desarrollando proyectos para enfrentar este fenómeno que abarca aspectos económicos, sociales, de salud, de vivienda, alimentación etc. La investigación sobre los aspectos de la salud de los mayores debe ser tomada en cuenta y trasladada a políticas que aseguren la toma correcta de decisiones, lo que permitirá el buen uso de los recursos y la mejor atención a los adultos mayores.

El adulto mayor es parte de una familia y pertenece a un grupo social en el cual se ha desarrollado, y gran parte de su salud, física y mental dependerá de la toma de decisiones sobre su continuidad en la participación social, que le permitirá a la vez que es valorado y respetado por las nuevas generaciones, revalorarse así mismo.

El trabajo voluntario que realizan muchos adultos mayores, que gozan de niveles adecuados de salud, es muy valioso por cuanto trasmiten su experiencia y conocimientos, ayudando a sus familias en el cuidado de sus miembros menores de edad, enfermos y/o dependientes y aumentando su participación en la fuerza de trabajo remunerada.

El próximo lunes los miembros del Club de Adultos Mayores del Hospital Roosevelt serán agasajados por los encargados del programa el que fuera creado este año junto con la llegada del doctor Miguel Luna como especialista geriatra para atender la clínica creada en el Departamento de Consulta Externa que dirige el doctor Julio César Díaz Caceros, cuyo nombre lleva la clínica.

El doctor Carlos Soto, director del Hospital Roosevelt, hizo un llamado no sólo a celebrar sino a actuar con dignidad y respeto ante quienes representan un valor fundamental en la construcción de nuestra sociedad: los Adultos Mayores.

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