Fernando Mollinedo C.

El próximo domingo 16 de noviembre se celebrará -una vez más- el Día Mundial de la Tolerancia; celebración que en Guatemala ha sido desconocida por analfabetismo cultural, ignorancia u oscurantismo.

La Declaración sobre principios de la Tolerancia, que adoptaron los países miembros de la UNESCO (incluida Guatemala) el 16 de noviembre de 1995, resalta que la tolerancia reconoce los derechos humanos universales y la diversidad de los pueblos.

La palabra castellanizada TOLERANCIA deviene del idioma latín, tolerantia. Significa, según el DRAE: “acción y efecto de tolerar. Respeto o consideración hacia las opiniones o prácticas de los demás, aunque sean diferentes a las nuestras”. La dicha palabra, puede interpretarse también como: Condescendiente, indulgente, paciente, comprensivo y/o considerado.

La tolerancia es el sentimiento más firme de la paz y reconciliación y TODOS deberíamos fomentarla con actividades que promuevan EL RESPETO Y LA COMPRENSIÓN entre los grupos culturales que existen en el país; debería ser impulsada de oficio por las más importantes (no altas) autoridades de gobierno con el acompañamiento del sector privado en campañas publicitarias en todas sus manifestaciones.

¿QUÉ HABRÁ PROPUESTO, PROYECTADO, PROGRAMADO, PLANIFICADO Y/O CONCEBIDO PARA ESE DÍA EL MINISTRO DE CULTURA? En el remoto caso que también desconozca este dato tan importante, espero que la lectura del presente artículo le sirva para enterarse al respecto e interesarse para que los cientos de asesores de dicho ministerio realicen, por lo menos, una actividad que fomente esta clase de conducta dirigida al público en general.

La MINISTRA DE EDUCACIÓN también ¿estará enterada de tan importante fecha? ¿Qué hará al respecto? ¿O es que a los gobernantes solo les importa seguir hueveando a la sombra del Estado? La tolerancia es algo que debe aprenderse desde la infancia, desde los primeros años de escuela para formar una cultura que contribuya a relaciones humanas más justas y sin violencia.

Ello, inducirá a la población a alcanzar madurez, equilibrio emocional para no dejarnos “colonizar” ni pretender que todos piensen y crean al igual que nosotros. Debemos, las personas del siglo XXI, buscar el ejercicio de la tolerancia como una actitud frente al pluralismo ideológico y de actitudes que vivimos hoy.
EL ESTADO DE GUATEMALA, por medio de sus instituciones políticas, educativas y culturales ESTÁ OBLIGADO a fomentarla promoviendo el respeto y la comprensión desde el Parlamento hasta en los patios de recreo en las escuelas.

Los líderes en Guatemala, autoproclamados “libres pensadores, intelectuales, académicos y teóricos” de la verdad verdadera, son furibundos intolerantes y antagónicos con quienes no piensan como ellos, los desprecian, critican y excluyen de su comunidad humana.

Oj Alá, que LA INTOLERANCIA que cabalga como buen jinete NO NOS ALCANCE E IMPONGA SUS MODALIDADES, porque ya es suficiente el baño de sangre que desgrana día a día a la familia guatemalteca. Como ciudadanos debemos entender que la INTOLERANCIA -que es el miedo a los ideales de los demás- NO FUNCIONA, por el ingrediente violento que contiene.

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