Estamos empezando una etapa crucial para el futuro del país porque hay temas que generalmente se tratan a fin de año antes del parón de las fiestas navideñas, pero que ahora se han adelantado por las circunstancias de la campaña permanente, la crisis financiera y la dramática situación institucional de la justicia tras el manoseo en la elección de los magistrados.
Tras varias semanas hablando de estos temas, ya se está acercando el día de las audiencias públicas de la Corte de Constitucionalidad para darle cumplimiento procesal a los recursos planteados tras las denuncias de injerencia y manipulación para la elección en la que se votaron los listados de magistrados a Corte Suprema de Justicia y a las Salas de Apelaciones.
El principal problema de este tema es que la misma CC ha sido electa con ese método y fue establecida como resultado de otro pacto durante el gobierno de la UNE que ahora tiene a sus operadores judiciales hasta dentro de la Junta Directiva del Congreso de la República. Entonces lo que se podría venir es un resultado igual, si no es que peor, pues se tendrán que rehacer los pactos para incluir a gente que se quedó fuera en los listados hechos hace unas semanas. Es fundamental que se tenga la atención ciudadana para que el resultado a este proceso no vaya a ser una ratificación al secuestro institucional del sector justicia y que se proceda a generar las condiciones que den valor a los que más pueden ayudar al sector como tal.
En el tema financiero, de igual manera los pactos que se han hecho para la elección de juntas directivas, elecciones de magistrados y demás, aunque se hacen sobre el plan de un paquete que estaría comprando el oficialismo, terminan siendo traicionados para ser apoyos sobre iniciativas individuales. La lógica es que existiendo esa misma compra de voto que han denunciado algunos que terminan beneficiándose del soborno, en lugar de recibir un solo pago por el paquete, prefieren cobrar cada vez que se necesita el voto como sucede ahora con el presupuesto, los bonos o la aprobación de nuevos préstamos.
Y finalmente, tenemos a los candidatos que están ya en abierta y plena campaña electoral y en una competencia a ver quién hace el mejor maquillaje de los sueños o mentiras con que esperan que la gente crea en ellos. Pareciera increíble que tras la experiencia permanente, de la decepción, el guatemalteco siga dando espacio a discursos tan vacíos. La coyuntura es complicada pero, lo peor, es que no se ve salida porque al fin y al cabo es reflejo de lo estructural.