Edith González

En el veinte aniversario de la  Declaración  y el Programa de Acción de Viena,  presentado en 1993, Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas, expresó: “redoblemos nuestros esfuerzos para cumplir la responsabilidad colectiva de promover y proteger los derechos y la dignidad de todas las personas en todo el mundo.” La declaración fue el inicio de  avances en la promoción y protección de los derechos humanos expresó  Navi Pillay,  Jefe de Naciones Unidas de Derechos Humanos.

Pese a ello,  según estimaciones  de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2012 hubo 8.2 millones de muertes por cáncer en todo el mundo, lo que representa alrededor del 13 por ciento del total de muertes.  Más del 70 por ciento de esas muertes ocurrieron en países de ingresos bajos y medianos, en donde  los cuidados paliativos    debieran  representar  el eje principal de la respuesta.

La OMS define los cuidados paliativos como un enfoque que mejora la calidad de vida de los pacientes y sus familias que enfrentan el problema asociado con la enfermedad que amenaza la vida, a través de la prevención y el alivio del sufrimiento por medio de la identificación temprana y evaluación impecable y el tratamiento del dolor y otros problemas, físicos, psicosociales y espirituales.

Este  concepto de cuidados paliativos se basa en un enfoque de derechos humanos, y su integración en los sistemas de salud pública mejoraría la calidad de vida de los pacientes y sus familias que enfrentan una enfermedad que limita la vida.

En Guatemala   se  ha retrasado el desarrollo de servicios adecuados que se adapten a las necesidades de los pacientes,  lo que nos hace estar en la zaga en comparación con otros países de Centroamérica y el mundo, incluso de la  Comunidad del África Oriental, donde  están enfrentando muchos desafíos que se refieren al apoyo del programa en el sistema de salud relacionados a

  •          La falta de personal calificado y capacitado en cuidados paliativos
  •          No quimioterapia y / o radiación
  •          Los cuidados paliativos no incluidos en el programa de educación para los estudiantes de medicina y enfermería
  •          La falta de tratamiento del dolor, con aproximadamente el 0% de cobertura de las muertes en el dolor con el tratamiento.

El consumo corriente de los analgésicos opioides necesarios para satisfacer la demanda mínima de muertes causadas por el VIH o el cáncer es muy insignificante y casi inexistente.

Desafíos todos que debemos empezar a enfrentar en nuestro país para atender mejor a quienes viven con una enfermedad crónica o enfrentan una enfermedad terminal.

El alivio del dolor es un derecho humano. Es importante que el Ministerio de Salud  se dé cuenta  que los pacientes siguen muriendo sin el apoyo adecuado. Tenemos que cambiar nuestra actitud  para ayudar a quienes  sufren de dolores severos  y a quienes sufren al vivir a su lado y no poder ayudarles.

La única manera de lograrlo es integrar los cuidados paliativos en el sistema de salud pública con el modelo de la OMS de los sistemas de salud: política, educación, implementación y disponibilidad de drogas para alivio al dolor.

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