Y en casi todos los casos es complicado porque lo que se tiene que enfrentar es el permanente intento de mantener un control institucional que genere beneficios dirigidos a quienes han colocado y manejado al poder político en el país sin que alguna de sus decisiones se refleje en beneficios generales.

Cuando hablamos de la justicia, estamos en el proceso de liberación de las Cortes que habían sido secuestradas por medio de un procedimiento de control de grupos de interés. Lo que no sabemos es si el proceso que se lleve a cabo para tal fin, terminará otorgando libertad real a la Justicia o simplemente cambiará el método por el cual se ejerce la infiltración que mantiene la impunidad.

Y lo mismo con la situación financiera del Estado, porque mientras no se encuentra una forma de financiar el presupuesto y garantizar el funcionamiento del aparato completo, se concentran los funcionarios en hablar de la necesidad de los bonos y el endeudamiento en general en lugar de hacer una lucha frontal y determinante en contra de esa corrupción que nos afecta a todos y que deja al Estado saqueado.

Cuando vemos que el Tribunal Supremo Electoral sufre ataques por una simple medida contra la obvia campaña anticipada y las suspensiones mientras los candidatos siguen en abierto proselitismo, nos preguntamos qué harán con el verdadero problema político que tiene el país con el financiamiento que convierte a quienes aportan en los dueños del circo.

Sabemos que el enfrentamiento en el Congreso de la República es para mantener el control de un organismo que no le aporta a los ciudadanos más que gastos y desgaste. Porque la representación política no se traslada a un pleno en el que cada uno levanta la mano por intereses que se mantienen bajo la mesa.

Y también tiene que generar a muchos una gran incertidumbre lo que la CICIG tenga por delante en sus investigaciones. Porque si termina siendo que la Comisión, a la que pocos quieren porque funciona, presenta investigaciones contundentes, algo podría cambiar en el sistema. O al menos, a quitarnos un poco de la incertidumbre sabiendo que el corrupto podría ir a la cárcel.

Artículo anteriorTropas sirias chocan con rebeldes, 19 muertos
Artículo siguientePartidos proeuropeos inician conversaciones de coalición en Ucrania