Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
Entre estas necesidades pueden contar el afán de poder, de protagonismo o de matar. Para estas personas las normativas sociales no funcionan, sino ellas cuentan con sus códigos y lógica propia. Tienen insensibilidad y tolerancia a situaciones de alta tensión. Este autor considera que un político psicópata trabaja siempre para sí mismo, aunque diga lo contrario, pero tapa esa ambición con objetivos supranacionales: la seguridad, la patria, la pobreza, la revolución entre otras. Miente e incluso sabe fingir sensibilidad, por lo general tiene un discurso convincente, un dirigente común sabe que tiene que cumplir su función durante un tiempo específico y luego se va.
A la persona psicópata una vez que está arriba, no la saca nadie. Puede ser gente con capacidad de elocuencia, persuasión y muy inteligente. –Pero como se expresó con anterioridad, tal vez, no son tan inteligentes, sino que saben hablar bien. Aunque a veces, puedan descubrirse algunos lapsus linguae en sus conversaciones que delaten su verdadera agenda- Es descrita como manipuladora y cuando lucha por el poder aísla al enemigo y también le ordena a sus súbditos a ningunearlo.
Una pregunta que le realizan al especialista es ¿Cómo gente inteligente es su seguidora? Obteniendo como respuesta el hecho de que la persona psicópata trabaja con las mentes de los demás cuando observa alguna vulnerabilidad.
El psiquiatra aclara que se puede ejercer el poder sin ser psicópata, y que la mayoría de líderes no lo son. La diferencia estriba en que el psicópata utiliza su posición de poder con el único objetivo de beneficiar a su persona, sin importar las consecuencias para los demás.
Esta personalidad siempre es generadora de fricciones, de conflicto y de división. De tal manera que quienes terminan pelados son los demás y ella resulta posicionarse en un buen lugar. El psicópata nos dice Marietan, suele florecer en sociedades en donde existe la tendencia de generar crisis recurrentes. Ya que es cuando esta persona brilla y es buscada dentro de las situaciones de máxima tensión.
Las soluciones que este psiquiatra plantea para resolver el problema de tener líderes psicopáticos, son poco alentadoras.
El FBI realizó un estudio que nos brinda los siguientes resultados: el 50 % de los asesinos son psicópatas, otro más que señala que la cifra puede llegar a tres o cuatro millones de personas solamente en Estados Unidos. Y una investigación más concluye que el 1 % de la población mundial es de psicópatas y entre los políticos, el porcentaje es todavía mucho más alto.
Robert Hare, autoridad en el tema, nos sugiere que por nuestro propio bienestar físico, psicológico y económico es crucial que sepamos cómo identificar al psicópata, cómo protegernos de él y cómo minimizar el posible daño que nos cause. Nos dice que esta personalidad no la constituyen de única manera los asesinos fríos de las películas. Ya que están en todas partes, viven entre nosotros y tienen formas mucho más sutiles de hacer daño que las meramente físicas. Que los grandes escándalos financieros que significan pérdidas para muchas personas tienen detrás una mente psicópata.