Raymond J. Wennier

Recientemente tuve la oportunidad de ver cómo se eligen a los recipientes del premio Maestro 100 puntos, iniciativa de Empresarios por la Educación. En 2006 se inició este programa de reconocimiento a maestros que han implementado variaciones del Currículo Nacional Base, estrategias novedosas y actividades que ponen en práctica teorías educativas.

Para poder determinar a los maestros finalistas, Empresarios por la Educación, cuenta con la colaboración de universidades, organizaciones nacionales e internacionales, personas individuales y del Ministerio de Educación para realizar varios “filtros”, pasos logísticos para conocer de cerca los “proyectos” presentados por varios cientos de maestros que cubren todos los rincones del país. Las aldeas más lejanas, pueblos rurales, cabeceras departamentales, ciudades grandes y de la Capital de Guatemala.

Lo más impresionante es que los equipos formados por educadores, visitan presencialmente, previamente, a cada escuela y cada maestro que han pasado los “filtros” anteriores para ser considerados. El equipo toma un video de la escuela documentando y ejemplificando el proyecto del maestro. En el video incluyen todos los aspectos pedagógicos con los maestros trabajando con sus alumnos. En tal video se nota el uso novedoso de materiales didácticos, participación entusiasta de los alumnos, obviamente efecto del mismo entusiasmo del maestro para lograr las metas propuestas en el proyecto, en muchos casos, por los mismos alumnos.

El proceso continúa con otros equipos evaluadores hasta elegir a los diez “Maestros 100 puntos”. A partir de este año será elegido un “Director 100 puntos”. ¡Los tiempos han cambiado!

Ya estamos en la época de educar para la transferencia de los conocimientos a situaciones nuevas, utilizando dichos conocimientos en formas variadas para resolver el problema actual y no continuar con la transmisión de datos e información. Transferir es parte de la excelencia educativa porque en un proceso continuado los conocimientos son aplicados en la vida cotidiana.

El reto del presente es en el campo educativo, mantener las “bodegas docentes”, término que he usado en otros escritos, tantos conocimientos sobre las estructuras teóricas, los modelos, los métodos, las estrategias, la psicología educativa, para poder usarlos con los alumnos de una u otra manera, que permita innovar las prácticas y actividades en el aula cada día y a toda hora.

No podemos dejar en papel esos conocimientos. Hay cientos de maestros dedicados, creativos, esperando nuestro apoyo y nuestra orientación. Hay que darles, a ellos y a sus alumnos, una oportunidad.

Los maestros merecedores de ser “Maestro 100 puntos” son los modelos de ese afán de innovación en lo que hacen los alumnos. Son dignos representantes de otros docentes que también desarrollan una loable labor educativa.

Felicitaciones a los Empresarios por la Educación por esta iniciativa de reconocer a los maestros en sus labores en beneficio de los niños y por darla a conocer al resto de los guatemaltecos.

Si, los tiempos han cambiado y están cambiando para mejorar.

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