Martín Banús M.
marbanlahora@gmail.com

“Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente…”
(Proverbios 6:17).

Creemos que desde hace unos años llegamos a un punto de inflexión en el mundo. Nos parece que desde la moral, a la humanidad de estos tiempos podríamos dividirla en dos grandes grupos: Por un lado estarían los malditos que apoyan y practican el asesinato a través del aborto, y por otro, los que aborrecemos con todo el corazón tan inconmensurable vileza.

No podemos menos que lamentar, -ahí sí-, que aquellos quienes lo practican y lo defienden, no hayan sido ellos los abortados por su madre y luego lanzados a los desagües, en pedazos como si fueran excremento, o quemados en un horno… ¡Fuera por la razón que fuera!

No existe ni existirá jamás verdadera justificación para semejante masacre de inocentes tan indescriptiblemente indefensos, ¡digan lo que digan y argumenten lo que argumenten!

El aborto es la más cobarde y repudiable abominación habida y por haber. Quienes lo favorecen, -ya no digamos quienes lo practican-, o no saben lo que hacen o han caído literalmente en la involución más degenerada posible. ¡Malditos asesinos descendientes de Herodes!

Nos parece simplemente incomprensible, es decir no nos cabe en la cabeza que las mismas madres de esas criaturas sean quienes soliciten, les sea arrancado de sus propias entrañas, a su hijo, a la carne de su carne. Óigase bien: Ni las más abandonadas, apaleadas, violadas, hambrientas y enfermas perras callejeras, serían capaces de semejante acción. El hijo se tiene y si eres incapaz de criarlo, sea por la razón que sea, ¡lo das en adopción! ¡Pero no lo asesinas tan maldita y cobardemente! ¡Punto!

A continuación las desrazonables excusas, que buscan justificar el injustificable asesinato de inocentes:

“Se trata de un bebé no deseado”: ¡Mentira! No existe tal cosa semejante a “un bebé no deseado”. ¡Esta excusa es toda una farsa! Tal vez la madre no lo desee, pero otros lo añoran y hasta lo esperan. Hay miles de parejas en Guatemala y otros países que buscan ardientemente adoptar ese regalo maravilloso y sin igual, único e irrepetible como lo es un bebé… ¿Por qué asesinarlo?

“Fue el resultado de una violación”: La violación es otra manipulación emocional. ¿Y qué culpa tiene él? ¡También es TU hijo! Según estudios es menos del uno por ciento de las víctimas de violación las que terminan embarazadas, según expertos, por el trauma involucrado, pero aunque así fuera, ¿qué clase de justicia podría justificar que un bebé sea despedazado por el crimen del padre? ¿A quién quieren engañar?

“Se pone en riesgo la vida de la madre”: Según el Cirujano General estadounidense, doctor C. Everett Koop, semejante excusa es una cortina de humo. “En mis 36 años de cirugía pediátrica jamás he sabido de un caso en el que el niño tuviera que ser abortado para salvar la vida de la madre. Si al final del embarazo existiera quizás alguna amenaza para la salud materna, se induce el parto o se realiza una cesárea. Pero la consigna es siempre salvar ambas vidas, por lo que la vida del bebé jamás debe sacrificarse solo por estar ‘en peligro’ la vida de la madre”.

“Porque existe la fundada sospecha de que el bebé será deforme o retrasado”: Y si un niño de 6 años queda, -por accidente o enfermedad-, ciego o con retraso mental, ¿debe ser asesinado también? ¡Nadie puede establecer cuán perfecta debe ser una persona para determinar si vive o se le asesina!

“Derecho a decidir sobre el propio cuerpo”: Eso mismo diría el bebé, ¡pero sus espantosos gritos sólo Dios los escucha!

“Sin legalización del aborto, decenas de miles de personas morirán a causa de abortos clandestinos realizados por personas no calificadas médicamente”. ¡Falso! Según el libro del doctor Bernard Nathanson, “Aborting America”, en 1972, el año antes de que la Corte Suprema de los EE. UU. legalizara el aborto, se estima que hubo cerca de 500 abortos en todo el país, siendo registradas 39 madres fallecidas. Hoy, a causa de esa monstruosidad “legal”, en ese país se están asesinando, -léase bien-, más de un millón y medio de niños por año (4 mil por día) y cientos de mujeres mueren a causa de las complicaciones en abortos realizados por “médicos calificados”. Eso, literalmente, ¡¡¡n-o t-i-e-n-e m-a-d-r-e!!!

Paradójicamente protegemos a los quetzales y sus huevos con penas de cárcel y multas, mientras indolentemente y aceptamos excusas de desnaturalizados(as) para sacar del vientre y por pedazos, a sus propios bebés… ¡Vaya lógica apocalíptica!
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