Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Hoy, al igual que ayer, varios de los propuestos fueron señalados en los medios de comunicación por su directa vinculación al Ejecutivo, al partido de gobierno o a grupos de poder, lo que pone en entredicho el respeto a la Constitución y a las leyes.

Es de reconocer el esfuerzo que realizaron la mayoría de los integrantes de ambas Comisiones de Postulación, especialmente varios decanos de las universidades privadas que lograron no predominar una sola tendencia. Esta primera etapa concluyó el 22 de septiembre.

El jueves 25 de septiembre se produjo la elección de quienes integrarán la Corte Suprema de Justicia y el martes 30 la de los magistrados de la Corte de Apelaciones y otros tribunales de igual categoría. Sería un milagro si no existiera dentro de la segunda etapa el “cuoteo”, aun así, lo más importante es que los diputados hayan escogido a los mejores profesionales, el no haberlo hecho no solo deterioraría la justicia sino evidenciaría a todos y cada uno de los legisladores que tienen la obligación moral de buscar el bien común en representación de quienes los eligieron y no un interés particular.

No tiene por qué pretenderse que todas y cada una de las bancadas y diputados individuales hayan quedado satisfechas con la votación, en especial si públicamente los diputados que no fueron tomados en cuenta han reconocido que a quienes se eligieron para la Corte Suprema de Justicia son adecuados.

La transparencia no es para que le queden deudas a favor a quienes votaron, el ejercicio del voto es la responsabilidad no de escoger al amigo, ni al simpatizante político, ni mucho menos al pariente o subordinado del presidente y vicepresidente de la República, es el buscar el mejor recurso humano que se convierte en deber. No hay duda que los diputados tienen la capacidad de hacerlo, bueno será que el tiempo demuestre que lo hicieron así por el bien del país y por el bien de todos y cada uno de los habitantes de Guatemala.

Esperemos que los profesionales electos, especialmente los integrantes de la Corte Suprema de Justicia, mejoren su comportamiento y que como primer acto elijan a quienes presidirán la Corte Suprema de Justicia en cada uno de los cinco años respectivos para evitar parte del desgaste, por cuanto no hay norma que impida que se elija a los cinco presidentes desde el principio, ello evitaría uno de los mayores desgastes que el Organismo Judicial ha sufrido, incluso contribuiría a una dirección colegiada del Organismo Judicial, también permitiría planificar y desarrollar mejor la carrera judicial.

¡Guatemala es primero!

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