Dra. Ana Cristina Morales Modenesi

Al parecer la astucia puede ser vista con muy mala cara, sin embargo, muchas veces se necesita de ella para sobrevivir la vida y si se adolece de la misma, la ingenuidad premia, entonces la gente puede llegar a ser involucrada en situaciones adversas sin haber tenido ni siquiera una luz que le encaminara hacia su destino. Las cosas no son buenas ni malas por el simple hecho de ser, sino también. Las cosas pueden ser valoradas como buenas, por la posibilidad del bien producido para la vida, o tal vez, el mal que ha podido evitar.

La palabra astuto tiene su origen en el latín. Proviene de astututs, astuta, astutum cuyo significado es agudo, hábil de mente, aún en la trampa y el engaño. Este término se utiliza ante la gente lista e inteligente, a quienes no es tan fácil de engañar. También se dice que es la capacidad de persuadir a otros y a la vida misma para lograr objetivos deseados.

En la vida se necesita de la astucia para reconocer oportunidades y situaciones benéficas. Pero el lado oscuro de la misma es que también puede ser una acción de engaño, de robo y de manipulación hacia los demás. Así que por sí misma, ella no puede ser vista, como todo en la vida, como buena o mala, es la intención y la manera de realizarla lo que puede ir en contra del compromiso moral hacia la misma persona, las demás personas y la existencia.

A continuación les describo una pequeña historia tomada de un libro de cuentos de Jorge Bucay, tal como yo la recuerdo: Se cuenta que en un reino existía un rey con características narcisistas, quien necesitaba elogios y reconocimiento de los demás, y saberse ante todo, el hombre más admirado del pueblo. Pero un día descubre que en el lugar las personas admiraban a un mago (que al parecer en esa época los magos eran personas que gozaban de conocimientos, sabiduría y eran algo así como los filósofos de la época). Lo que al rey le crea malestar y envidia, comenzado a observarlo como su enemigo. Por lo cual trama una situación para destruirlo y al mismo tiempo hacerlo quedar mal ante esa gente que gozaba de su admiración. Al hacerlo equivocar ante una de sus predicciones.

El rey hace una fiesta con tales motivos y hace invitar a este mago. Su plan era que en el transcurso de ésta, le preguntaría a éste ¿En qué momento esperaba su propia muerte? Y cuando él diera una respuesta determinada, sacaría su espada y lo mataría en el instante. Así que cuando llega el momento dentro de la fiesta, el monarca acciona su plan.

Le dice al mago, dime tu que tienes fama de ser una persona que conoce el futuro ¿Cuál será el día exacto de tu muerte? Y este hombre le contesta al rey: Mi señor, tengo como una visión que mi muerte será un día antes que la tuya. Ante lo cual el rey atónito no ejecuta su plan. Todo lo contrario, de una u otra manera impide que el mago abandone su reino excusándose cada día en alguna consulta más para su reinado. Pero la verdad, era que, aunque no era de mucho creer ante las predicciones y vaticinios futuros. Consideró que era mejor cuidar la vida de aquel hombre que aseguraba que después de su muerte proseguía la del rey. Así que el mago pudo salvar su vida, utilizando su astucia, además llegó a consolidar una relación de amistad con el rey, el cual aprendió mucho de la convivencia y lecciones de vida que su inicial enemigo y ahora amigo, pudo prodigarle.

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