Víctor Hugo Godoy

Asimismo, se facilitó la inscripción de partidos políticos requiriendo únicamente cuatro mil afiliados -nada en comparación con los cincuenta mil anteriores-, regulando su democracia interna con representación de minorías en su dirección para evitar disidencias y, fundamental, se eliminó la prohibición de participación a los comunistas. Esto, cuenta Jorge Serrano, era la opinión mayoritaria en el Consejo de Estado, pero preocupación en el seno del Ejército, por lo que Ríos Montt le pidió que con el Coronel Ricardo Méndez-Ruiz fueran a hablar con don Pepe Figueres a Costa Rica para que les aconsejara cómo permitir dicha participación: “Legalícenlo, es la única forma que tienen para contarlos y ya verán que cuando los cuenten no son muchos” Ese consejo bastó para que se eliminara la proscripción, que por supuesto, no implicó que los comunistas decidieran participar.

En la Constitución quedó establecida la democracia representativa, los distritos electorales de representación proporcional, al igual que la alternabilidad en el poder por medio de la prohibición de reelección o la opción para familiares. Se quiso garantizar la independencia del poder público respecto del poder religioso y militar, pero no previmos la cooptación por parte del poder económico tradicional o emergente, que a la final terminó privatizando la actividad política.

Este nuevo sistema produjo un cambio en las relaciones de poder, permitiendo que accediera al gobierno la Democracia Cristiana que por sus posiciones populares no era bien vista ni por los militares ni la élite económica. Si bien su espacio de maniobra respecto a los militares estuvo acotado, tuvo independencia del poder económico, lo que provocó enfrentamientos y paros empresariales ante medidas fiscales. El segundo gobierno, del Movimiento de Acción Solidaria aunque más conservador y débil en el Congreso, su espacio de maniobra fue mayor respecto a los militares, iniciando las pláticas directas con la guerrilla para alcanzar la paz negociada contra la opinión de los poderes tradicionales. Las discrepancias entre Congreso y Ejecutivo, no precisamente por la búsqueda del bien común, dieron como resultado el rompimiento del orden constitucional, cuya recuperación dio la oportunidad de nuevo a la élite económica de “la recaptura del Estado”. A partir de la restauración y contrarreforma constitucional se instaura de nuevo la “democracia restringida” y el sistema para “mantener la olla tapada” que operó hasta 1982, aunque con otros mecanismos, que abordaré en los próximos dos artículos.

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