Grecia Aguilera

El Excelentísimo Señor Embajador de España en Guatemala, Manuel Ma. Lejarreta Lobo, dentro de la introducción del documento acota: “Si tomamos en cuenta la situación socioeconómica de un país como Guatemala, que además cuenta con uno de los más ricos patrimonios culturales de la región centroamericana, estamos obligados, desde la Cooperación para el Desarrollo, a considerar que el derecho al conocimiento, el uso y disfrute del mismo, es fundamental como pueblo. Asimismo, es prioritario en la vida de cada individuo, pues esto supone una importante alternativa para el crecimiento económico y el desarrollo social.” El libro ostenta además un excelente prólogo escrito por el arquitecto Luis Mozas Roca, donde apunta de manera concisa una lista de los resultados más importantes, que con gran dedicación y esfuerzo, se lograron durante esos 20 años. Por ejemplo: Investigación y restauración del Templo I; la publicación del libro de los árboles de Tikal; la investigación y restauración del Templo V; la investigación y restauración de la Plaza de los Siete Templos; el Plan Director de la Acrópolis Central; los estudios específicos de la Caracterización de la Piedra Caliza de Tikal y de la Flora Deteriorante del Templo I. En el primer capítulo “Investigaciones arqueológicas en Tikal 1996-2010”, Jorge Oswaldo Gómez Barillas documenta los períodos de existencia de la Civilización Maya: “La Cultura Maya se desarrolló en el centro del continente americano, en el territorio ocupado hoy por México, Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador, área que conocemos como Mesoamérica. Los primeros indicios de la Cultura Maya se remontan aproximadamente al año 1800 a.C. y el colapso total de esta cultura se estima que sucedió en 1697 d.C., es decir, son ya 3,497 años de historia.” Asimismo, en el segundo capítulo del sobrio volumen Vilma Fialko explica de manera detallada “las actividades de investigación y restauración que el Proyecto Nacional Tikal (PRONAT) realizó entre 1979 y 1984 en varios sectores de este centro arqueológico.” En el capítulo tercero se expone con claridad el trabajo de restauración hecho en el Templo V, edificación con forma de pirámide escalonada truncada, el cual es el segundo de los edificios mayores cuyas dimensiones son de 55 metros de altura, 54 de largo y 36 de ancho. Con fotografías explícitas se observa la excelente restauración de la Escalinata Ceremonial. Según las investigaciones, fue el primer gran edificio que se construyó en el año 600 d.C. El capítulo cuarto está dedicado a la “Investigación arqueológica de la Plaza de los Siete Templos”, esplendoroso espacio rectangular que mide 20 mil metros cuadrados. Para los especialistas fue un verdadero reto restaurar este maravilloso lugar. La última sección “In memoriam/ La Cerámica de la Plaza de los Siete Templos”, está dedicada al arqueólogo Juan Pedro Laporte Molina (1945-2010), quien hizo un notable trabajo de clasificación de la cerámica Maya. En el sitio web de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo www.aecid.org.gt se puede descargar la versión electrónica del libro “Veinte años de la AECID en Tikal”.

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