La educación en Guatemala es la columna vertebral para que un país progrese y salga de la ignorancia. En los últimos años, el ramo educativo, ha tenido retroceso al cooptar un grupo de maestros, manipulados por el dirigente del Sindicato de Trabajadores de Guatemala, acciones ilícitas, abandonando su trabajo, dejando al estudiante, especialmente de primer ingreso en abandono, al promover acciones ilícitas que atentan con la carta magna y con la obligación de trabajar y educar, especialmente en el área rural, donde el padre de familia hace el mayor sacrificio de enviar a sus hijos a los centros de enseñanza y sacarlos de la ignorancia.

El paro que por más de un mes ha estancado la educación, especialmente en el área rural, tiene un responsable: Joviel Acevedo, que por varios años ha dirigido el Sindicato mayoritario de Guatemala, extorsionando a políticos, candidatos presidenciales, diputados, alcaldes y a cierto sector privado, que avala -ilegalmente- sus demandas que lesionan la educación, que debe ser la columna vertebral de todo ciudadano, especialmente el que está en crecimiento y será el que en el futuro, tendrá el derecho de dirigir las instituciones del Estado.

Desde hace más de un mes, Acevedo y su grupúsculo que lo sigue bajo presión y sobornos, está acampado en la Plaza de la Constitución, en los alrededores del Palacio Nacional de la Cultura, patrimonio cultural, reconocido internacionalmente, presionando al gobierno para que se le otorgue un bono de 15%, rechazando el 5%, que oficializó el Ministerio de Educación, que dio motivo para que la Procuraduría General de la Nación, como representante del  Estado, promoviera acciones en los órganos de Justicia, para obligar al dirigente y al reducido grupo de mentores que lo sigue a levantar las champas, un feo espectáculo para extraños que visitan el país y que ha causado un irreparable daño a las áreas de la sede central del gobierno.

Educación dice que está abierto al diálogo, que ha cumplido con el mandato que le otorga la Carta magna, acciones que Acevedo rechaza y exige que sus demandas sean cumplidas, desacatará las resoluciones judiciales. Ahora es el Ministerio Público que debe cumplir con lo que resolvieron los tribunales y proceder a oficiar la fuerza pública, para desalojar a los maestros que han construido esas champas y la PMT, inmovilizar los vehículos de los maestros aparcados en los alrededores donde levantaron las carpas.

Se certificó lo conducente al MP para que proceda de acuerdo con la ley, que los maestros en paro ilegal, desalojen las áreas ocupadas. De no cumplir proceder a su aprehensión. El Ministerio de Cultura y Deportes debe deducir acciones legales por los daños causados al Palacio Nacional de la Cultura.

Con la huelga ilegal de Acevedo y sus cómplices, se daña la educación, se debe proceder a la remoción inmediata de los maestros que ilegalmente han abandonado su trabajo y deducirles responsabilidades civiles y penales, por el daño que les han hecho a miles de estudiantes, que han dejado de recibir el sagrado “pan del saber” y sacarlos de la ignorancia y el abandono. La ley dice que, si un trabajador no se presenta a sus labores, procede a su despedido y no se le debe cubrir su salario.

Walter Juárez Estrada

post author
Artículo anterior¿Estado mínimo o ultramínimo? Una discusión en torno al límite legítimo del poder estatal
Artículo siguienteSegunda edición del Festival de la Luz