La historia no miente a los últimos gobiernos, por no decir todos los de la era democrática y los provenientes que se instauraron por fraudes electorales en Guatemala, se han visto vinculados a la corrupción. La corrupción es un flagelo que es imposible de desterrar de la administración pública. Son muchos los actores de estas acciones ilícitas que no permiten que Guatemala que avance y se desarrolle, y que sea borrada de la lista negra y las calificaciones de riesgo a nivel  internacional, no logra superar por los grandes factores que permiten que los gobernantes se asocien con políticos corruptos, en colaboración con empresarios para que les otorguen beneficios económicos, donde se ven beneficiados presidentes de los poderes del Estado y personajes de primera línea de los regímenes de turno. 

El hoy presidente de la República César Bernardo Arévalo de León, en su campaña para llegar al Ejecutivo, manifestó y lo ha reiterado que la corrupción es uno de los grandes flagelos que ha contaminado a los últimos gobiernos y aseguro que en su administración, la corrupción debe combatirse y exhorto a los otros organismos que conforman el Estado,  ser fieles en su gestión y no permitir la corrupción, que es un mal endémico como una epidemia que no es fácil de erradicar y lanzarla por la borda. 

Los grandes retos y desafíos que ha tenido Arévalo, están dirigidos a no permitir la corrupción. Hasta hoy, mantiene un distanciamiento de hecho con los otros poderes del Estado, que de alguna manera se han asociado con la Corte de Constitucionalidad, el Organismo Judicial, el Congreso, que apadrinan al Ministerio Público, que con acciones espurias y políticas, han frenado la salida por renuncia o bien de destitución de la titular del ente investigador María Consuelo Porras, que a decir de dirigentes del Movimiento Semilla y de otras entidades, intento mediante un frustrado golpe de estado, la asunción al poder de los jefes del Ejecutivo, con un frustrado golpe de estado.

Es público, que los gobernantes que antecedieron a los ahora mandatarios sobornaron a diputados, magistrados, jueces y fiscales, para hacer negocios que dañaron la economía nacional. Los ex mandatarios Jimmy Morales, que de comediante sin tener preparación llegó a ser presidente, fue vinculado a actos de corrupción: el caso del libramiento de Chimaltenango, donde su ministro de Comunicaciones, se vio imputado recibir dinero y no concluir la obra, llegándose al extremo que el titular de esa cartera, José Luis Benito Ruiz, en un apartamento de la Antigua Guatemala, se hallaron millones de dólares estadunidenses y billetes de otros países, sin demostrar su procedencia lo que obligó a promover proceso penal en su contra.

Otro funcionario que se vio incriminado en actos de corrupción Otto Pérez Molina y la ex vice presidenta Roxana Baldetti, que aún guarda prisión. Por razón de espacio, no es posible enumerar los otros actos de corrupción que ha habido en los últimos gobiernos. Arévalo, hasta ahora no ha podido cumplir sus promesas de gobierno, no tienen armonía en los otros organismos del Estado. Su buena voluntad le frena sus deseos de hacer un gobierno diferente. No cuenta con asesores y políticos de primera línea. Los diputados que se han reelegido mediante sobornos que se dice son de la oposición, frenan cualquier proyecto que desee realizar el mandatario.

El próximo año el presidente Arévalo y su equipo, serán objeto de críticas, bloqueos y acciones espurias y políticas. Será un año donde se abre el proceso electoral para las elecciones futuras y aún hay más, el Congreso, convocará a las Comisiones de postulación para seleccionar y posteriormente elegir y nombrar a magistrados del T.S. E. de la Corte de Constitucionalidad y el nombramiento del Fiscal General y Jefe del Ministerio Público. 

Esas designaciones abren las puertas de la política y se obligara poner en vigencia, el seguro para los conductores de toda clase de vehículos, incluyendo a los motociclistas que en fecha reciente los políticos de oposición, frenaron poner en vigencia el seguro  de vehículos, obligando al ejecutivo a posponerlo para el año entrante, como decíamos será un año difícil y que dará lugar a muchos incidentes y es aconsejable que el gobierno, se prepare para evitar que sus opositores se aprovechan para  empañar su administración. 

 

 

 

Walter Juárez Estrada

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