En las últimas décadas, la justicia ha sido manipulada por grupos políticos y no ha guardado el Organismo Judicial, la distancia que dice la Constitución y ha proferido sentencias y condenas, acciones espurias, sujetándose a la presión de grupos de poder, condenando a inocentes y liberando a sujetos que han cooptado los organismos del Estado y todo ese bagaje ha generado desconfianza, malestar y preocupación de todos los guatemaltecos y de Organismos internacionales, que en reiteradas ocasiones y por diferentes vías, han exhortado a las comisiones de postulación, que actúen con absoluta transparencia e imparcialidad.
Es difícil hacer una radiografía objetiva de la labor judicial. Los comisionados todos conocedores del derecho y con elevado grado académico, deben honrar el proceso y rechazar cualquier ofrecimiento económico, político o de cualquier tipo y en este proceso, sentar un precedente y denunciar ante los órganos respectivos, aquellos grupos y operadores políticos que por años han manchado el proceso de selección y se debe exhortar al Congreso, para que los diputados cumplan los postulados democráticos y elijan a los mejores profesionales, que el Organismo Judicial, se reivindique y sea efectivamente un órgano eficaz, capaz e independiente y que se vaya a la cloaca de la inmundicia toda esa basura que por años ha contaminado el órgano de justicia.
Hasta hoy, el proceso de selección está varado, a consecuencia que dos decanos que conforman las comisiones para seleccionar a los futuros magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones y otros tribunales colegiados, no han sido juramentados. Uno renunció y no ha sido designado su sustituto y el otro, el día de la juramentación por parte del Congreso, estaba fuera del país.
Ese problema va ocasionar retrasos en el análisis de los expedientes de los aspirantes, que va a dar origen a que no se seleccionen en las fechas previstas y que los que elija el Congreso, luego de evaluar la hoja de vida de los candidatos y las entrevistas personales para establecer el grado de capacidad, da lugar que los elegidos no tomen posesión el 13 de octubre, como dice la Constitución y se da por hecho que van a presentar el mismo problema del año 2016, cuando acciones de impugnación se promovieron en serie en la Corte de Constitucionalidad, que permitió ilegalmente que la 8ª. Corte Suprema de Justicia y Salas de Apelaciones, prolongaran sus funciones más de los 5 años que regula la carta magna.
Corresponde a todas las organizaciones guatemaltecas que por años se han puesto al frente de ese cuestionado y corrupto sistema de seleccionar y elegir a los futuros magistrados judiciales, exhortar a los comisionados que cumplan con su trabajo y que se designen a los dos decanos que no se han incorporado y nos anticipamos a decir que este proceso de selección y elección se judicializará y será en última instancia la politizada Corte de Constitucionalidad, que resolverá las acciones que promuevan los inconformes.
Exhortamos a todos los guatemaltecos que pugnamos por jueces honestos, capaces y de honorabilidad, como dice la Constitución y a los organismos internacionales, a monitorear de cerca este evento que debe ser transparente y que no se reelijan a los magistrados que se han plegado como chicle a esos grupos corruptos que por años son los que manipulan a ultranza a los que por ley tienen la obligación de hacer ahora y no mañana… una limpia en los órganos de justicia, para que Guatemala, recupere ese prestigio que perdió al no haber una verdadera justicia y que los nuevos magistrados reivindiquen ese desprestigiado organismo y muchos quisiéramos ver presidir esa institución, a un Edmundo Vásquez Martínez, un probo, de capacidad intachable…